No es solo a nivel económico, el cuál también, porque se perjudican puestos de trabajo, si no a nivel de marca afecta de forma incisiva. Las marcas se ven afectadas por la pérdida de calidad de productos, pero además, los consumidores se exponen a productos que no cumplen con las normativas de calidad y seguridad exigidas para las originales.
Es complicado controlar lo productos falsificados porque se necesita de la colaboración de muchos agentes independientes entre sí. Es necesario una acción coordinada entre gobiernos, fuerzas de seguridad, marcas y consumidores, lo que complica sobremanera poder impactar en las sofisticadas organizaciones de redes de piratería y falsificación.
¿Cuáles son los productos que más se falsifican?
Hay un producto estrella que predomina por el resto: la ropa. Es el producto mas falsificado y por el cuál el consumidor siente mayor atracción. Por detrás están la marroquinería y los complementos como bolsos, carteras, cinturones, etc. y seguido de ello el calzado. Incluso también bebida y comida.
Es cierto que pueden existir ciertas “mafias invisibles”, pero cada vez hay menos personas explotadas en este ámbito. Hay muchas fábricas, sobre todo en China, donde por falta de regulación se producen este tipo de producto que después llega a nuestras calles. Las personas que los venden los pueden adquirir en naves industriales o pisos, donde después los venden casi a coste, obteniendo un beneficio entre los 5 y 10 euros
¿Cómo es el perfil del consumidor de marcas falsificadas?
El consumidor más joven, entre 16 y 24 años, ha crecido en los últimos tiempos. De hecho, en los últimos índices se sitúa como el 37% de los miembros de este grupo consume alguna vez productos falsificados. Los productos siguen un orden como el anterior, pero aquí destaca el medio. La proliferación de webs donde poder adquirir producto falsificado ha crecido y es una manera fácil, cómoda y anónima de hacerte con productos de marcas pirateados, de hecho, ya son casi la mitad de las compras en este tipo de productos.
¿Suele ser un consumo puntual o hay personas a las que no les importa comprar productos falsificados?
En general suele ser un comprador que no es consciente de la implicación que tiene su compra. Tampoco es algo que le dedique demasiada importancia. Suele justificar su compra como manera de adaptarse a un grupo o, incluso, lo equipara a la compra de una marca blanca en un supermercado, cuando obviamente, no tiene nada que ver. Suele ser un comprador que repite en el tiempo.
En ocasiones las copias son tan perfectas que se hace difícil distinguir un producto original de uno falsificado, ¿hay algo que indique claramente que estamos ante un producto falso?
Es cierto que cada vez son copias más cuidadas y mejores elaboradas. Han evolucionado mucho en el cuidado de los detalles como logotipos, etiquetas o método de elaboración que antes revelaban su condición a primera vista. Ahora, si la falsificación es buena, cuesta más descubrirla. Hay que fijarse más en el tipo de envase y packaging, la etiqueta del fabricante, los datos, etc. También, obviamente, el precio es un indicador clave, los chollos y las gangas son difíciles de encontrar, por lo tanto, desconfía, sobre todo si proviene de una tienda informal y si proviene de internet, revisa siempre en páginas oficiales.
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