Es muy cierto que para poder alcanzar el éxito debemos tener la capacidad de fallar en reiteradas ocasiones, porque de esta manera aprendemos más rápido. Promover una cultura del fracaso es necesario, puesto que nos permite innovar a tal punto de poner a prueba ideas que, aunque no parezcan muy probables al principio pueden resultar favorables.
Pero ¿de qué manera insertar, impulsar una cultura del fracaso para aprender rápido y volverlo a hacer, siendo mejores? La respuesta es muy sencilla, trabajar en: Mindset and Process (mentalidad y procesos), dos factores que ayudarán a cambiar la forma en que hacemos las cosas y a cuestionar si realmente estamos en el camino correcto.
El mindset es aquella mentalidad que tenemos sobre nuestras propias creencias, habilidades y dan paso a la construcción de ciertos patrones de conducta. Mientras el process son aquellas formas diversas que nos permiten desarrollar los diversos proyectos e iniciativas, otorgándoles un set de herramientas para tales fines. A partir de esas definiciones y acciones planteadas, recorre el camino siendo totalmente abierto y flexible para alterar la ruta, y es normal que hagas ajustes porque en entornos inciertos, volátiles, ambiguos y complejos no existen las fórmulas magistrales, solo existe la constante del cambio.
Recuerdo una anécdota que quiero compartirles. Este año en una presentación de iniciativas desde el Hub de Innovación de la UCAL, me cuestionaron lo siguiente: “¿por qué tenemos iniciativas en el campo de la nutrición, si no tenemos carreras en ese campo disciplinar?”. Son testigos de los paradigmas mentales que necesitamos romper, porque creo y creemos en el equipo que me acompaña, que la creatividad es un proceso cognitivo (mindset), donde a través de herramientas metodológicas (process) se pueden encontrar soluciones con potencial de innovación desde cualquier campo disciplinar.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de entrenar a un equipo de personas de una organización, la realidad es que cada persona responde de distinta manera, algunas son más arriesgadas, otras más distantes o temerosas. Al final del día, debemos empujarnos a salir de esos lugares, siempre y cuando busquemos resultados distintos, de lo contrario esa actitud nos irá cerrando puertas al interior de la empresa o fuera de ella.