Comprar mi departamento a los 24 años fue uno de los mayores logros financieros de mi vida. Sin embargo, no fue algo que ocurrió de la noche a la mañana. Desde una edad temprana, empecé a emprender y a hacer negocios, lo que me permitió desarrollar habilidades financieras clave y ahorrar dinero. Una de las habilidades importantes para convertirse en un emprendedor es el sentido de curiosidad, pues la rentabilidad es directamente proporcional a las horas puestas de investigación sobre métodos financieros. Empecé importando artículos y haciendo el clásico compra y venta, pero para ello me capacité y lo aplique a mis pequeños proyectos. Cada vez que me equivocaba no me detenía y entendí que fracasar es el mejor aprendizaje que existe a la hora de gestionar el dinero.
A los 18 años, con los ahorros que logré generar en mi adolescencia a través de mis negocios, compré un carro y comencé a utilizar tarjetas de crédito para hacer compras. Estas fueron dos estrategias bien útiles que me sirvieron en el futuro porque el carro podía ser usado como activo y las tarjetas de crédito me empezaron a dar beneficios que me hacían optimizar mi dinero en compras. Sin embargo, lo más importante fue entender la importancia de crear un historial crediticio sólido. Esto hizo que con el tiempo se me pudiera aprobar con mayor facilidad préstamos y créditos importantes para emprender más proyectos y negocios.
Más adelante a los 23 años, tomé la decisión de vender mi carro y usar el dinero como inicial para comprar mi primer departamento. A pesar de que esto significó una gran inversión para mí, también sabía que podía generar ingresos pasivos al alquilar el departamento. Mi idea siempre fue ponderar aquello que me daría mayor rentabilidad y haría crecer mi patrimonio. Gracias a esta estrategia de inversión pude sacar un crédito hipotecario a 20 años en el que solo tuve que pagar la inicial, y una vez hecho esto empecé a alquilarlo. El departamento se está pagando solo mientras yo genero un pequeño excedente de la renta como ingreso pasivo. Al día de hoy, poco a poco, el desarrollo de ingresos pasivos me han permitido ampliar mi portafolio de inmuebles y generar dinero mediante cuatro propiedades.
Además de mis propiedades en mis redes inmobiliarias, he diversificado mis ingresos con otros proyectos. Por ejemplo, tengo un canal de Youtube donde hablo sobre finanzas personales y emprendimiento (para los que quieran aprender a usar distintos útiles para potenciar las finanzas personales), y también he publicado un libro sobre cómo construir un negocio exitoso. Además, ofrezco cursos en línea para ayudar a otros jóvenes emprendedores a aprender las habilidades financieras que necesitan para tener éxito. Todas estas regalías constituyen mis ingresos pasivos, los cuales serán destinados a futuros proyectos que buscaran incrementar mi patrimonio.
En resumen, la clave para lograr el éxito financiero y el emprendimiento temprano es la perseverancia, la disciplina pero sobre todo, la diversificación. Aprender a crear un historial crediticio sólido, establecer metas financieras y tener la disciplina para seguir un presupuesto son herramientas clave para construir una base financiera sólida. Además, diversificar tus fuentes de ingresos con proyectos secundarios como bienes raíces es indispensable para seguir buscando mayores opciones de rentabilidad.