Muchas veces he resaltado la importancia de la tecnología en las organizaciones y cómo esta puede convertirse en un aliado para nuestra empresa, sin embargo, es inevitable plantearse: ¿podrá sustituirnos a la hora de generar contenido?
Es así que en los últimos meses, la IA ha dado mucho de qué hablar, sobre todo ChatGPT y sus nuevas versiones. Su avanzada tecnología le permite responder interrogantes de todo tipo, culturales, musicales, matemáticas, entre otras. Su popularidad se ha incrementado, y también las de otras herramientas que diseñan, redactan y crean imágenes desde cero.
En esa línea, me cuestiono si tal herramienta podrá crear mejores estrategias digitales, si podrá diseñar mucho más rápido o si será posible que los contenidos sean igual de buenos que los que producimos en agencias como Mina Content Agency.
Para responder a esta incógnita, es importante tener en claro qué pueden hacer estas herramientas desde la mirada del marketing digital:
- Generación de textos para landing pages
- Diseño de logotipos
- Creación de anuncios publicitarios
- Estudios de mercado y competencia en redes sociales
- Búsqueda de Keywords para posicionamiento en buscadores
- Y muchas cosas más.
Para mí los mayores beneficios son el ahorro de tiempo y de recursos, sin embargo, es válido cuestionarse hasta qué punto podemos delegar estas tareas cuando la generación de contenidos debe ser minuciosa, detallista y muy personalizada.
En mi opinión, la respuesta es bastante clara. La herramienta es de gran ayuda, sí, pero es como un asistente en la creación de contenido, pues, siempre vamos a tener que personalizar lo que creamos. Por más avance que tenga, es una herramienta, no un sustituto del cerebro humano.
Además, existen dos factores claves que no podemos dejar de lado, como lo son la creatividad y el toque humano en los contenidos. Estos representan un plus que hasta el momento ninguna tecnología puede suplir. Entonces, hagamos uso de estos nuevos avances, saquémosle el mayor provecho posible y generemos contenido de mayor valor y calidad.
En conclusión, nos encontramos nuevamente frente al cambio. Sabemos que estos nuevos avances revolucionarán la forma en cómo hacemos las cosas, pero, recordemos que no es la primera vez que sucede.
Por ejemplo, recordemos la llegada de la calculadora a nuestras vidas, ello no significó el fin de los matemáticos, sino que se convirtió en un facilitador a la hora de realizar operaciones. Para mí, la llegada de esta herramienta es algo parecido, se convertirá en un asistente virtual que podrá ayudarnos con los contenidos y estrategias, más no podrá suplir la tarea del ser humano.