Quienes conocen los ingresos y egresos de las compañías son quienes están al tanto de su estado real, tienen metas claras de ahorro y de inversión, saben en qué se puede utilizar el dinero y en qué no. Si nos comparamos con una empresa nosotros somos nuestro financiero. En ese caso, ¿Sabes el detalle de lo que ganas y lo que gastas? ¿Has hecho un ejercicio juicioso de cada gasto que tienes, incluso el rubro destinado a lo que llamas “me lo merezco, para eso trabajo”? Este ítem también debe tener un valor definido y un momento para ejecutarlo.
Aunque el tema de las finanzas personales siempre ha sido importante, presiento que este año más que nunca debemos interesarnos todos, en cualquier etapa de la vida en la que te encuentres, por ahorrar, saber gastar, invertir y en general administrar tus recursos.
La entidad financiera Mibanco en Perú, en un informe publicado en 2021, “El ahorro peruano en Pandemia”, menciona que aun el 45% de los peruanos ahorran debajo del colchón, entre la ropa y las alcancías y solo el 49% de las personas que ahorran en el país lo hacen en una entidad financiera. Carecer de hábitos financieros saludables pone inevitablemente en peligro el futuro de las personas y de paso el de sus familias.
Sumado a la poca cultura financiera, en los últimos años hemos vivido circunstancias que han desbalanceado las finanzas personales como la pandemia y los retos de una economía que enfrenta incertidumbre, no solo por el panorama nacional, sino por la coyuntura geopolítica. En este sentido, las características de la empleabilidad han cambiado, los cargos ya no son para toda la vida, no solo porque las empresas están en constante transformación, sino también porque las personas quieren trabajos flexibles que les permitan desarrollarse en otros aspectos de su vida.
Como nunca, es muy importante tener presente los cambios en las políticas públicas, el comportamiento de la inversión extranjera, las tendencias que llegan y desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, y un sinfín de variables que pueden cambiar la estabilidad económica de los sectores en los que trabajamos y por ende cambiar nuestra economía personal. De la mano de este interés por conocer el detalle en el funcionamiento de nuestra economía, es muy importante tomar conciencia de la importancia de ahorrar e invertir, aunque no siempre se gane, pensar en cada centavo, donde y como comprar, eliminar gastos de los que no nos damos cuenta de que existen pero que nos quitan capacidad ahorradora y liquidez, me refiero a fugas de luz y de agua o al tinto en la tienda de la esquina cada mañana. Parece obvio, pero es real. ¿Hace cuanto tiempo tienes el mismo plan de telefonía o de cable y tus hábitos de consumo han cambiado? ¿Todo lo que pagas en servicios lo necesitas? ¿Difieres tus compras con tarjeta de crédito a varias cuotas? Solo espero que para el día en el que estés leyendo este artículo ya te hayas dado cuenta de que es algo que hay que evitar a toda costa.
Y aquí un llamado a las empresas de fintech. Los millenialls y la generación Z dominan a la perfección plataformas digitales financieras, de manera que herramientas para la planificación tanto del día a día como de la inversión de sus ahorros pueden ser una buena manera para acercarlos a la cultura financiera, así como entregar información continua sobre el mercado, las políticas públicas y cualquier otra información relacionada con finanzas personales, son fundamentales en este momento en el que todos estamos atentos más que nunca a una sana administración de nuestras finanzas.