Soy comunicadora. Tras egresar de San Marcos ejercí el periodismo político por cierto tiempo. Lo disfruté al inicio, aprendí, me asusté, quise salvar el mundo, me frustré, volví a aprender. Maduré muchísimo. Luego de tres años, por motivos -aunque obvios- personales, hui de ahí sin mirar atrás, casi como escapando de alguna “Sodoma” con temor a convertirme en sal.
Dentro de lo interesante de ejercer el periodismo, en tiempos donde no existía Google, recuerdo muy especialmente a aquellas personas que eran el nexo entre las instituciones públicas y privadas con la prensa, para brindarnos información, reactiva o proactivamente; a través de llamadas, entrevistas, ruedas de prensa, eventos y demás.
Ya en el “mundo corporativo” yo me convertí en una de esas personas. DIRCOM, jefa de prensa, subgerente de asuntos corporativos, PR, jefa de comunicaciones, imagen y reputación. Todas las anteriores y más títulos para este maravilloso rol que disfruto mucho y en el que, por fortuna, no he dejado de aprender.
Recientemente, gracias a mi afición por el mundo del vino, empecé a generar contenido alusivo en Instagram como @catadonacata y posteriormente en el @diariogestion con una columna mensual donde me despacho gozosamente como periodista sobre esta apasionante materia.
Esto me ha permitido conectar con mis colegas del mundo de PR, como en mis primeros años de ejercicio del periodismo, pero mejor. Digo mejor, porque ahora me siento más identificada con el oficio, por lo tanto, más responsable. Ahora nuevamente recibo invitaciones, notas de prensa, ofertas de entrevistas y demás actividades afines al relacionamiento con medios y periodistas.
Así las cosas, porque el mundo cambia y hay cosas que ya deberíamos ir dejando atrás en nuestro proceso de evolución en el mundo del PR, comparto con ustedes siete reflexiones:
- Que el seguimiento no se vuelva “acoso”. Si al periodista, líder de opinión o generador de contenido, no le resulta interesante el contenido que le ofreces, ya sea en forma de evento, entrevista o nota de prensa, no insistas. Si inicialmente accede a recibir el contenido para revisarlo es una buena señal. Le interesa. Hazle un seguimiento inteligente porque tu tiempo es valioso, también. Sé directo y pregúntale qué información le gustaría tener para generar una publicación y ofrécele alternativas en base a lo que suela publicar en sus espacios. Crea una relación de confianza.
- Replantea tu nota de prensa. Que tu comunicado de prensa sea una invitación a querer ir por el contenido completo, por la entrevista, por más información. Si es un comunicado posterior a una visita o a un evento, ¡pon toda la carne en el asador!, ya sea en forma de bullets o redactado cronológicamente. Esto dependerá del medio al que te dirijas. Anímate a crear un texto editorializado, como si fuera un artículo periodístico. ¡Piensa en el lector de esa noticia, no en el gerente de marketing de la marca a la que representas!
- ¿Tienes un celular? ¡Crea contenido audiovisual! La mayoría de periodistas tienen sus espacios digitales propios y si se les complicó la agenda para asistir a alguno pero le interesa el contenido, usa tu celular para tener un archivo de fotos y videos para poder compartirlos posteriormente. Lo ideal sería contar con imágenes profesionales pero si por alguna razón no cuentas con el soporte adecuado, ¡hazlo tú! Si no te sale bien, mira cómo lo hacen los demás, practica y atrévete.
- El “regalito” no es una compensación por un tratamiento informativo favorable. La moneda de cambio en la relación con el periodista o generador de contenido es el contenido, la información, la primicia, lo interesante o novedoso. Además consideremos que no todos los periodistas aceptan presentes de las marcas por autorregulación o las políticas de regalos de sus editoriales. Pregúntales si les puedes enviar un presente, si además puedes agregar que se trata de un detalle y que respetas profundamente los valores periodísticos de la veracidad y la búsqueda de la objetividad, marcarás la diferencia.
- Si invitas a los medios a un evento, trátalos como invitados. Si se trata de un evento para clientes y/o proveedores al que además invitas a prensa, dales a todos el mismo trato, las mismas bebidas, alimentación y souvenirs. Si quieres darle un trato diferenciado a la prensa, que sea algo vinculado a su trabajo como: espacios más iluminados o con menos ruido para hacer fotos o entrevistas una o dos computadoras con conexión a internet, cargadores de emergencia por si se quedan sin batería o estaciones de carga, como algunos ejemplos
- Que no sea favorable en su contenido hacia tu marca o cliente, no convierte al medio en “el enemigo”. No confundamos el contenido periodístico con el publicitario. Una opinión sincera y pública que NO nos resulte favorable, a la larga lo es. Pues se trata de una retroalimentación, una oportunidad de mejora de alguna actividad, proceso o producto de la marca, empresa o entidad a la que estemos representando. Así como se aprende más de las caídas, se aprende de la crítica.
- La paz mental no es negociable. Aprendamos a elegir batallas, a dejar ir, a entender que no tenemos el control sobre todas las cosas. A no asumir, a preguntar, a aprender a recibir un “NO” con la misma entereza con la que debemos decir “NO” cuando sea necesario. Si una publicación no salió como quisimos pensemos en todas las veces que salió mejor de lo que esperábamos. Como la vida misma.
¡Eso es muy cierto! Yo tampoco entiendo por qué muchos PR llama «impacto» a las publicaciones.
Gran hallazgo para compartir con los colegas como cuestionamiento deconstructor. Gracias!
Grandes reflexiones Rosa! Me encanto, llevo casi dos años ejerciendo el PR y es una aprendizaje constante🙌🏼