La recesión económica tuvo un impacto significativo en el empleo, generando que más de 74.000 personas de Lima Metropolitana perdieran su trabajo en el último trimestre del 2023. Esta situación nos ha llevado a replantear nuestro trabajo y considerar el emprendimiento como una alternativa viable.
Personalmente creo que el panorama exige un cambio de mentalidad y estrategias innovadoras frente a los desafíos laborales. Así, recuerdo que hay más de 102 mil emprendimientos en el país, lo que demuestra que es un activo importante para la reactivación económica.
“En tiempos de cambio, nuestras mayores oportunidades residen en nuestra capacidad para adaptarnos. Es un proceso inherente de la vida y hay que vencer el miedo. El emprendimiento no solo es una respuesta, sino una herramienta para transformar la adversidad en una oportunidad, descubrir tu potencial y explotarlo”, es lo que pienso.
Considero también que es primordial planificar porque un plan con visión potencia nuestra productividad para alcanzar nuestras metas. En esa línea, a continuación, brindo consejos útiles a tener en cuenta para nuestro negocio y nuestro crecimiento profesional:
- Identificar nuestras fortalezas.- Reflexionemos sobre nuestras habilidades, intereses y lo que realmente nos apasiona. Esto nos ayudará a crear un negocio alineado con nuestras fortalezas, aumentando las posibilidades de éxito.
- Aprender a tomar decisiones con el método 10/10/10.- Nos ayuda a afrontar tomas de decisiones complicadas de manera más efectiva, realizándonos las preguntas de cómo nos veríamos en 10 minutos, 10 meses y 10 años.
- Desarrollar un plan de negocios sólido.- Definamos nuestra propuesta de valor, estrategias de marketing, estructura de costos y proyecciones financieras. Esto será esencial para atraer inversionistas o socios y mantenernos enfocados.
- Gestionar nuestro tiempo.- Aprendamos a priorizar tareas según su urgencia e importancia para enfocarnos en lo más importante y alcanzar nuestras metas de manera eficaz.
- Preservación financiera.- Asegurémonos de tener un respaldo financiero. La falta de ingresos estables al principio es común en el emprendimiento, por lo que contar con ahorros o una red de seguridad financiera puede ser crucial.
Finalmente, emprender sin empleo no solo implica crear un negocio, sino también desarrollar habilidades cruciales de gestión del cambio y adaptabilidad. “Con dedicación y una mentalidad emprendedora, podemos convertir la falta de trabajo en una oportunidad para alcanzar el éxito en nuestros propios términos”. ¡Atrévete a dar el siguiente paso!