La arquitectura y el marketing son dos disciplinas que, aunque parecen seguir trayectorias separadas, en el ámbito hotelero se entrelazan de forma intrínseca. La manera en que un hotel está diseñado no solo define su funcionalidad y comodidad, sino que también juega un papel crucial en la construcción de su imagen de marca, en la creación de una experiencia memorable para el huésped y en la atracción de nuevos clientes. En este sentido, el diseño arquitectónico puede convertirse en un poderoso aliado en las estrategias de marketing, transformándose en una extensión visual y emocional de la identidad de la marca.
El diseño del hotel como parte de la estrategia de marca
La arquitectura actúa como una primera manifestación visual de la marca. El cliente, al ver un edificio que refleja los atributos de la marca, como modernidad, sostenibilidad, lujo, accesibilidad, empieza a formar una percepción sobre lo que experimentará dentro. Por ejemplo, un hotel boutique que se enfoca en la exclusividad puede optar por un diseño minimalista, con materiales de alta gama y detalles sobrios, mientras que un hotel dirigido a un público más joven o familiar puede buscar un diseño moderno y colorido que transmita vitalidad y accesibilidad. Desde el vestíbulo hasta la entrada, la apariencia visual debe ser atractiva y alineada con el mensaje. La entrada de un hotel, por ejemplo, debe ser imponente e invitante o acogedora y sutil, según la personalidad de la marca. Las fotos del vestíbulo y las áreas comunes son a menudo las que se destacan en las campañas de marketing y en las plataformas de reserva en línea, por lo que asegurarse de que estas imágenes sean impactantes y transmitan la esencia del lugar es clave para atraer a los huéspedes.
El vínculo emocional
El diseño también puede fomentar un vínculo emocional con los huéspedes. Esto ocurre cuando se tiene en cuenta la cultura local, las tradiciones, los valores sostenibles o cualquier otro aspecto que hable directamente al corazón de los clientes. De esta manera, se genera una sensación de pertenencia y conexión en quienes lo visitan. Un hotel ecológico puede integrar elementos naturales y sostenibles en su diseño, como paneles solares o materiales reciclados, reforzando su compromiso y resuena con un público que valora estas prácticas. Este vínculo emocional es lo que diferencia a un hotel de sus competidores, ofreciendo algo más que una estadía.
Espacios instagrameables: la nueva tendencia en el marketing visual
En la era de las redes sociales, el marketing visual se ha vuelto más importante que nunca. Los hoteles no solo buscan crear experiencias inolvidables, sino también fomentar que sus huéspedes compartan esos momentos en plataformas como Instagram, TikTok, YouTube, etc. Por ello, los «espacios instagrameables», spots especialmente diseñados para ser fotografiados, se han convertido en tendencia en el diseño hotelero. Estos espacios pueden ser una piscina con una vista espectacular, un mural de arte vibrante en el lobby o un rincón del hotel con mobiliario único que invite a la foto perfecta. Un buen diseño arquitectónico debe considerar estos detalles para que los huéspedes sientan la necesidad de capturar y compartir su experiencia. Al hacerlo, los hoteles logran una visibilidad orgánica en redes sociales, lo que se traduce en promoción gratuita y, potencialmente, en nuevos clientes.
Para cerrar el círculo, estos espacios deben ir de la mano con los valores de la marca, resaltando su compromiso con los valores permanentemente descritos. Por ejemplo, en un hotel wellness una caída de agua enmarcada de plantas, retratos de la zona y un espejo con una frase motivadora que genera conciencia. De esta manera, no solo es decoración, la forma sigue a la función.
En la actualidad, la relación entre la arquitectura y el marketing hotelero es un vínculo estratégico que no puede ser ignorado. El diseño arquitectónico de un hotel no solo influye en la comodidad y la funcionalidad del espacio, sino que es un componente esencial en la construcción de la identidad de marca, la creación de vínculos emocionales con los huéspedes y la generación de impacto visual. Desde la primera impresión hasta la integración con el paisaje y la creación de espacios dignos de ser compartidos en redes sociales, cada elemento arquitectónico tiene el potencial de convertirse en una poderosa herramienta de marketing. Así, los hoteles que comprenden y aprovechan esta relación podrán destacarse en un mercado cada vez más competitivo y brindar experiencias únicas que perduren en la memoria de los viajeros.