Frente al competitivo escenario financiero peruano, donde las grandes instituciones dominan el panorama, el Banco Pichincha lanzó una estrategia audaz y arriesgada con el objetivo de posicionarse en el nicho de ahorros, bajo el concepto de ser “el otro banco”.
De acuerdo con el Índice de Inclusión Financiera de Credicorp e Ipsos (2024), sólo el 31% de los hombres y el 25% de las mujeres confían en el sistema financiero formal, señalando como principales barreras la complejidad en la contratación de productos y la percepción de costos elevados. En este contexto, esta institución se desmarca con un mensaje honesto que busca empatizar con las expectativas de los consumidores, representando un giro interesante en la forma de comunicar valor.
El sistema financiero local está marcado por una fuerte concentración en pocas entidades que suelen ser vistas como tradicionales y burocráticas. En este escenario, Pichincha apuesta por una narrativa que destaca su diferencia, dirigiéndose a consumidores que buscan alternativas frescas y confiables.
Bajo el lema “Tu otro banco”, esta campaña busca establecerse como una alternativa confiable para el ahorro, promoviendo la idea de complementar la vida financiera de sus clientes de manera honesta y directa. El concepto central propone un mensaje directo y estratégico: diversificar tus bancos, uno para tus operaciones diarias y otro como el lugar confiable donde tus ahorros puedan prosperar.
Para materializar esta propuesta y consolidar su posición, la institución se ha enfocado en varios aspectos relevantes:
1. Honestidad como propuesta de valor. Este enfoque apela a una comunicación directa y transparente. Dentro de un panorama donde las instituciones financieras tienden a generar desconfianza, destacar su carácter honesto puede convertirse en un diferenciador clave. Además, la campaña refuerza este mensaje con el uso de canales digitales y un lenguaje accesible.
2. Comprensión profunda del consumidor. La estrategia aborda sentimientos comunes como la sensación de ser solo un número más, el descontento con altas comisiones y una atención poco personalizada. Esto refleja un entendimiento claro de las necesidades y frustraciones de los usuarios. Además, el análisis del segmento muestra que el nicho objetivo está compuesto principalmente por personas que buscan alternativas más simples y menos costosas para gestionar sus ahorros.
3. Innovación tecnológica y productos financieros. La integración de herramientas digitales, en la banca, ofrece accesibilidad, inmediatez y simplicidad, lo cual es clave para el cliente peruano. Estas plataformas no solo simplifican la gestión del ahorro, sino que también ofrecen una experiencia más accesible y alineada con las expectativas de un público más joven y tecnológico. Según información brindada por la entidad financiera, a mediados del 2024 logró digitalizar el 88.8% de las aperturas de cuentas y planeaba alcanzar el 90% al final del año pasado.
4. Estrategia de canales y narrativa visual. Aprovechando la presencia en medios digitales y redes sociales, la institución refuerza su mensaje con visuales claros y lenguaje accesible, conectando de forma efectiva con una audiencia que prioriza el entendimiento y la empatía. Este enfoque también permite ampliar su alcance hacia zonas donde la bancarización es limitada.
Esta campaña también refleja una comprensión de las tendencias actuales en el comportamiento del consumidor y sus expectativas hacia los servicios financieros. Al integrar tecnología y productos financieros alineados con las necesidades del segmento objetivo, la estrategia no solo mejora su percepción como “el otro banco”, sino que también propone a Pichincha como un referente en el uso de herramientas digitales para fomentar el ahorro.
Otro punto para resaltar es la narrativa -construida en torno a la transparencia y la empatía hacia las necesidades reales del cliente de hoy-, la cual podría ser útil como un modelo para otras instituciones financieras en el país. En dicho entorno competitivo, esta combinación de diferenciación clara y adaptación a las demandas del mercado podría ser clave para consolidar su posicionamiento.
En definitiva, esta iniciativa no solo es una estrategia publicitaria, sino también una visión comercial que responde a las expectativas de un segmento específico y genera valor al sistema financiero peruano. ¿Podría ser esta una estrategia suficiente para visibilizar a esta institución como una alternativa real en el competitivo panorama financiero? Solo el tiempo lo dirá. Por ahora, han iniciado una conversación interesante con el potencial de influir en la percepción de los servicios financieros en el país.