En mercados laborales competitivos, la salud mental es un pilar que afecta directamente la empleabilidad y la capacidad de un individuo para desempeñarse y crecer en su carrera. Sin embargo, un fenómeno que sigue siendo poco discutido y atendido es la crisis de la salud mental en ejecutivos jóvenes, un tema que no solo está vinculado al bienestar personal, sino también a las competencias y habilidades clave necesarias para destacar y prosperar en el entorno laboral.
A pesar de la importancia de la salud mental, solo el 30% de los ejecutivos hombres que enfrentan dificultades emocionales busca ayuda profesional, en contraste con el 60% de las mujeres, según estudios de la American Psychological Association (APA). Este patrón es preocupante, ya que la falta de atención a la salud mental puede afectar directamente la capacidad de trabajo, la toma de decisiones, la productividad y las habilidades interpersonales, todas competencias esenciales en el entorno profesional.
La cultura laboral, especialmente en industrias altamente competitivas, sigue perpetuando la idea de que pedir ayuda es un signo de debilidad. En Perú, los trabajos poseen ecos de una masculinidad tradicional que ha creado ambientes laborales tóxicos y poco empáticos. Estos entornos no solo impactan negativamente en la salud mental de los empleados, sino que también limitan el desarrollo de competencias blandas esenciales, como la gestión de conflictos, la comunicación efectiva y la colaboración.
Por eso, las empresas y líderes que priorizan el bienestar psicológico de sus empleados están a la vanguardia de la innovación en gestión de talento. Espacios de apoyo como círculos de palabra, programas de coaching emocional y talleres sobre manejo del estrés ayudan a los hombres a lidiar con sus emociones.
En América Latina, los programas como ‘Equilibrio Masculino’ marcan un cambio de paradigma al integrar enfoques tradicionales y modernos para apoyar a los hombres en su proceso de sanación y autodescubrimiento. Estos programas potencian habilidades de autoconciencia, resiliencia y empatía, competencias clave en cualquier puesto de trabajo.
Invertir en la salud mental masculina no solo tiene beneficios individuales, sino que también es una estrategia de empleabilidad a largo plazo. Los ejecutivos que cuidan su salud emocional y están abiertos al autoconocimiento suelen tener un mejor rendimiento, mejores relaciones interpersonales y una mayor capacidad de adaptación al cambio, lo cual les da un valor agregado al momento de una entrevista.
Invertir en ti a la hora de cuidar tu salud, te convertirá en un mejor valor para cualquier posición a la que decidas aplicar. El momento para encontrar tu mejor versión es ahora.