En la era digital, las redes sociales son una herramienta clave para los líderes políticos. Pedro Spadaro, alcalde del Callao, ha adoptado una estrategia que lo ha posicionado como un protagonista destacado en este ámbito. Sin embargo, su enfoque genera tanto admiración como cuestionamientos.
La estrategia de Spadaro combina storytelling y visibilidad estratégica. En lugar de ser el centro de atención constante, el alcalde aparece en aproximadamente uno de cada tres o cuatro videos, dando espacio a situaciones que evidencian problemáticas locales. Informales que invaden la vía pública o ciudadanos que cometen infracciones son los protagonistas de un contenido que busca mostrar autoridad y acción desde la gestión municipal. Para reforzar el mensaje, un locutor narra las escenas con un tono directo: “El parque es libre para las personas, señora, no para poner sus piscinas. Encima se quieren aprovechar robando el agua del parque”, se le escucha decir en uno de sus tantos videos.
Además de abordar temas de convivencia, Spadaro utiliza sus plataformas para destacar logros de gestión, como la creación de bases descentralizadas de seguridad, nuevas centrales de monitoreo y cámaras de videovigilancia, además de obras públicas que se presentan como futuros puntos de encuentro social. Estos contenidos han captado a más de medio millón de seguidores en un municipio con 1,2 millones de habitantes, lo que refleja su capacidad para conectarse con un amplio segmento de la población.
Sin embargo, esta estrategia no está exenta de críticas. Algunos cuestionan si el enfoque narrativo y los mensajes diseñados para generar impacto viral terminan trivializando la función pública. ¿Se trata de un esfuerzo legítimo por acercar la gestión municipal a los ciudadanos o de una táctica para priorizar la imagen personal del alcalde?
Lo cierto es que esta combinación de comunicación efectiva y controversia ha posicionado a Spadaro como un actor relevante en el panorama político local. Su habilidad para generar conversación y resonancia en redes sociales probablemente tendrá un impacto significativo en sus aspiraciones futuras, aunque el equilibrio entre fondo y forma sigue siendo un tema abierto a debate.