El término inteligencia artificial (IA) apareció en la palestra de nuestras vidas, alrededor de los años 50, para transformar nuestra visión de la tecnología. Desde entonces, diversas innovaciones nos hicieron entender el potencial real de la IA, llegando al punto de ver computadoras que analizan gran cantidad datos en cuestión de minutos y ayudan a médicos a hacer diagnósticos más precisos o logran vencer al campeón mundial de ajedrez en una partida.
En la década de los 90 y hasta el 2010, la IA comienza a tomar mucha más fuerza. Esta vez no solamente en el campo tecnológico, sino también en el campo empresarial. Así, llega a formar parte importante y estratégica en la toma de decisiones de muchas organizaciones que ven en ella un apoyo para enfrentar retos desafiantes, consecuencia de un mundo cada vez más exigente y cambiante.
Es así, por lo mencionado anteriormente, que en el rubro empresarial ya se habla de internet de las cosas (IoT), automatización de los procesos robóticos, realidad aumentada, impresiones 3D y realidad virtual.
En el año 2019, a inicios de la pandemia por la COVID-19, la empresa OpenAI desarrolla y lanza al mercado un modelo de lenguaje llamado GPT (Generative Pre-trained Transformer), con el objetivo de crear un sistema de IA que pueda generar textos con fluidez y naturalidad; algo que, hasta el momento, había sido imposible de alcanzar.
Impacto de la IA en el trabajo
En los últimos años, a medida que la IA se ha desarrollado, la “amenaza” ha crecido de manera importante para el mercado laboral dado que las tareas que solían ser realizadas por seres humanos están siendo automatizadas por la IA; lo que está llevando a la eliminación de empleos y a la disminución de la demanda de habilidades específicas.
Actualmente, los campos como la generación de contenido o la escritura son los más afectados, ya que ChatGPT puede generar textos de alta calidad en una amplia variedad de estilos y temas. Noticias, storytelling, textos de ciencia ficción o la letra de la próxima canción del verano… ¡Pídelo adecuadamente y ChatGPT tendrá una respuesta en segundos!
Pero, ¿estamos realmente frente a una amenaza? Depende de cómo lo veamos, el impacto en el mercado laboral puede ser tanto positivo como negativo. Positivo, porque los avances tecnológicos pueden automatizar tareas repetitivas y hacer que algunos trabajos sean más eficientes y precisos. Negativo, debido a la pérdida de muchos empleos generada por la automatización de tareas simples y repetitivas que ahora pueden ser realizadas por una máquina o un software en lugar de una persona.
Sobre el punto anterior debemos recordar que otras revoluciones tecnológicas tuvieron un efecto similar. Cuando se reemplazó el uso del carbón como fuente de energía, las minas de carbón quedaron obsoletas y miles de empleos se perdieron. Sin embargo, surgieron muchos otros también.
Otro tema que se suele traer al debate es la deshumanización del trabajo. Quienes señalan esto sostienen que la inteligencia artificial y programas como ChatGPT pueden ser usados para reemplazar a personas en tareas que antes eran realizadas por humanos. Esto podría traer como resultado una pérdida parcial de la interacción humana y la conexión emocional en el lugar de trabajo, lo que tendría un impacto negativo en la motivación y, además, elevaría el estrés.
Otro argumento, esta vez ligado a las condiciones en que la IA será entrenada y los sesgos que podría aprender, es el riesgo de desigualdad en el mercado laboral. Tomemos como ejemplo un caso de contratación de personal.
Un algoritmo mal entrenado podría basarse en patrones discriminatorios para seleccionar ciertos candidatos en función de criterios como la edad, el género o la raza; teniendo como consecuencia una discriminación sistémica y una desigualdad muy preocupante en estos tiempos en el mercado laboral.
Estos sesgos ya existen en los humanos y actualmente generan desigualdad en el mercado laboral. Una pregunta interesante sería: ¿la IA será capaz de reducir esta brecha o, por el contrario, la hará más persistente?
Estimado lector, con todo lo expuesto, no trato de darte un punto negativo sobre la IA o el ChatGPT, sino todo lo contrario. Queda claro que en el mundo los cambios generan resistencia. Personalmente, soy una persona totalmente convencida de que “solo los obstáculos le dan sentido a los propósitos”, como decía el filósofo Friedrich Hegel.
Nuevas posibilidades y oportunidades
Debemos tener en cuenta que los cambios que vivimos gracias a las nuevas tecnologías nos han traído también nuevas oportunidades en diferentes industrias y áreas.
En primer lugar, la IA ha revolucionado el campo de la atención al cliente. Gracias a ella contamos con chatbots que permiten una atención 24/7 y una respuesta más rápida y eficiente a las preguntas de cualquier cliente.
En segundo lugar, han abierto nuevas oportunidades en el campo de la investigación y el análisis, ahorrando tiempo y dinero al automatizar tareas repetitivas.
En tercer lugar, están creando nuevas oportunidades en el entretenimiento y el arte, dado que el modelo puede ser utilizado para crear historias, poemas y cualquier tipo de contenido escrito; lo que permite, a los creadores, explorar nuevas formas de expresión y experimentar nuevas ideas.
Finalmente, estimado lector, es necesario resaltar que la IA tiene un futuro prometedor y una amplia gama de nuevas oportunidades en el mercado peruano y mundial. A medida que los cambios se sigan presentando, esta seguirá evolucionando de la mano de la tecnología. Pero recuerda, ahora te toca a ti decidir en qué lado deseas estar. Los cambios que se avecinan requieren decisiones importantes e inmediatas. Ten en cuenta que, en esta vida, cada uno ve lo que quiere ver.
Muy interesante, evolucionar como seres humanos y con nuevas habilidades