Fue un viaje de poco más de 20 horas en avión.
Recuerdo haberme leído La Biografía Humana de Laura Gutman durante el vuelo. Mi equipaje iba sin expectativas.
Había escuchado, había leído y visto muchos reportajes, videos e imágenes de ese país y estaba algo ansiosa de llegar.
La voz de la auxiliar de vuelo nos anunciaba que descenderíamos y debíamos prepararnos para desembarcar.
Hace 9 años, sin pandemia a la vista ni nada que se le asemejara, los espacios personales no estaban medidos como ahora.
Salí del avión y me dirigí caminando al pasillo que me conduciría, como a los demás pasajeros, a policía internacional… En el minuto que salí del avión e ingresé al aeropuerto me sentí empujada por un mar. Sí un mar, pero no un mar de agua, sino que de gente.
Creo que por primera vez me sentí metafórica y literalmente como una oveja, parte de un rebaño que avanzaba a rápida velocidad, la que era imposible adulterar por una como yo, entre tanto oleaje humano.
El rebaño avanzaba y yo entre mis nervios y la risa que me provocaba caminar a pasos cortos y rápidos, con casi nulo espacio personal, miré a mi alrededor y vi decenas o quizás cientos de personas que lucían similares entre sí para los ojos de una primeriza en China.
Recorrer la ciudad de Hong Kong fue toda una experiencia y tengo destellos de recuerdos los que no distan mucho de esos primeros minutos en el aeropuerto. Ver, sentir, oler la ciudad, observar su gente, sus diálogos (incomprensibles para mi), comprender que la velocidad no era algo particular del aeropuerto, sino que, para mi percepción, estaba en el aire, quedó grabado en mis recuerdos.
China fue ir a otro mundo. Me repetía durante esos días: tan diferente occidente de oriente…
Recordé ésta experiencia el otro día cuando quise explicar cómo las ventas digitales se parecían a mi experiencia en el país del oriente.
Vender en digital es ir a otro mundo. Lo que aprendiste en occidente no te sirve en oriente. Lo que aprendiste en presencial no aplica necesariamente en digital. Son nuevas reglas, son nuevos códigos, son nuevas conversaciones.
Creo que luego de vivir éstos últimos 14 meses no estoy segura que oriente esté en mi wishlist
como destino de mis próximas vacaciones. Pero éste relato sí me sirve para ilustrar el punto, no?
¿Estás preparado para vender en digital?