Lamento informarles que todas las fórmulas y manuales para ser un gran comunicador, han tenido y tienen una utilidad inversamente proporcional a la severidad de una crisis. A la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad o ambigüedad del entorno. ¿Existen estas fórmulas? Sí. ¿Pueden servir? También, pero de manera complementaria.
Para muestra, el entorno llamado COVID19, nos enfrentó a cambios sin precedentes, miedo, disrupción y, entre tanto, a la mayor crisis de liderazgo, registrada en las últimas décadas. Según Edelman Barómetro de Confianza, tras el primer año de esta crisis, sólo un tercio de las personas en el mundo confía en los CEO´s de las empresas así como en sus líderes políticos. Siendo, tanto CEO´s, como líderes políticos, disciplinados voceros que repasan una y otra vez sus respectivos manuales y fórmulas para comunicarse y dirigirse a sus audiencias de la manera más adecuada posible.
¿Qué fue lo que pasó? Que la fórmula falla cuando no hay una estrategia.
La buena noticia es que sí hay una estrategia plenamente identificada. Dicha estrategia tiene que ver con la máxima: “para ser un buen profesional, hay que ser una buena persona”. Porque la única estrategia para ser un excelente comunicador es la autenticidad y sólo con líderes auténticos podremos contrarrestar los efectos de la crisis de confianza en el liderazgo.
A estas alturas ya teníamos claro que el liderazgo no es una cuestión de títulos, o posiciones. Menos aún de estudios académicos. El Hufftington Post habla de una creciente demanda, entre los millenials, de “mensajes auténticos, marcas auténticas y relaciones auténticas”. Así también, hemos visto como los estilos de liderazgo directivo y transaccional tienen cada vez menor efectividad que el liderazgo auténtico y transformacional en diversas industrias y sectores.
Y así como hay una estrategia, también hay competencias. Quien mejor las identificó y desarrolló es Margarita Mayo, profesora de liderazgo en IE Business School en Madrid, autora del libro ‘Yours Truly: Staying Authentic in Leadership and Life’ nominada al Premio de Liderazgo 2017 Thinkers50 a los mejores pensadores del mundo empresarial.
Son 9 competencias las que ella identificó como “clave” de los líderes auténticos que comunican, valga la redundancia, desde la autenticidad. Aquí el texto completo de la autora y, a continuación las competencias:
- Pasión: La pasión es el motor de nuestras vidas. Nos aporta ilusión para poner esfuerzo y nos ayuda a persistir ante las dificultades. Cuando comunicamos entusiasmo, nuestra felicidad es contagiosa creando un clima positivo que fomenta la creatividad.
- Humildad: Las personas humildes son mejores líderes. El líder narcisista que cree que lo sabe todo no es bueno gestionando el talento del equipo. Sin embargo, el líder humilde tiene una visión equilibrada de sus fortalezas y sus debilidades, es capaz de apoyarse en los demás y sabe compartir el éxito con su equipo.
- Storytelling: El líder auténtico comparte las principales lecciones que ha aprendido a lo largo de su vida. A través de su historia personal, el líder comunica sus valores en el trabajo y en la vida.
- Mentalidad de crecimiento: El líder auténtico no se queda con una mentalidad fija de sus habilidades. Por el contrario, hace del aprendizaje continuo un hábito, mejorando cada día. Se trata de ser fiel a tu mejor versión.
- Feedback: Sólo cuando estamos abiertos a la opinión de los demás podemos mejorar y tener relaciones más positivas en la organización. La confianza es la moneda de cambio en la comunicación y el liderazgo.
- Resiliencia: La disrupción en la vida y en el trabajo es ineludible. Pero ante la adversidad, la gente con resiliencia comunica una actitud optimista. Aprenden de los errores y transforman las malas noticias en oportunidades saliendo fortalecidos.
- Ejemplaridad: El mensaje más auténtico es aquel que nos llega desde el ejemplo. Cuando el líder dirige con el ejemplo, sus acciones hablan más alto que sus palabras.
- Comunidad: La comunicación está dirigida a construir una identidad colectiva de la organización para alinear los intereses individuales con las metas organizativas. El líder representa y expresa los valores comunes.
- Legado: El líder auténtico comunica un propósito social y una visión a largo plazo. El líder se preocupa por la sociedad que dejará a las generaciones futuras.
Muchas gracias x la información. me sera de gran utilidad…