La inteligencia artificial (IA) es una de estas tecnologías que está revolucionando la comunicación política. A menudo, asumimos que la adopción tecnológica ocurre automáticamente, pero en realidad, requiere mucho trabajo y estudio, especialmente por parte de los gobiernos, que suelen ser más conservadores en su funcionamiento.
La comunicación política es uno de los actores principales en la gestión y adopción de nuevas tecnologías. Puede moverse entre el mundo político, comunicacional, la ciencia de datos, la gestión de gobierno y la investigación. Algunas de acciones más resaltantes tenemos:
- Microsegmentación y personalización de mensajes: La IA permite analizar grandes volúmenes de datos sobre el comportamiento y las preferencias de los votantes, ayudando a la creación de mensajes altamente personalizados Esto no solo optimiza los recursos de la campaña, sino que también mejora la conexión entre los políticos y los votantes, haciendo la comunicación más relevante y efectiva.
- Automatización de contenidos: Los chatbots impulsados por IA aseguran una comunicación constante y eficiente, liberando recursos humanos para otras tareas estratégicas.
- Análisis de sentimientos y monitoreo de redes sociales: facilita la escucha social, analizando comentarios y menciones en redes sociales para evaluar el sentimiento público respecto a temas, candidatos o eventos específicos. Esto permite a los equipos de campaña ajustar sus estrategias en tiempo real.
- Desinformación y manipulación: Los deepfakes, videos falsos creados con IA, pueden ser utilizados para desacreditar a adversarios políticos. En este punto, es necesario desarrollar marcos éticos y regulaciones para un uso responsable de la IA en la política.
- Optimización de debates y discursos: pueden ofrecer asesoramiento en tiempo real durante debates o discursos, ayudando a los políticos a ajustar su tono, contenido o enfoque para maximizar el impacto.