La teoría nos enseña que el marketing es la ciencia para generar ventas, la estrategia que incrementa las posibilidades de ganancia de un negocio, promoviendo el consumo de productos y servicios. Puede que sea así la mayor parte del tiempo, pero hay proyectos que nos permiten mostrar una cara distinta de esta disciplina. Muchas veces olvidamos que, cuando la causa es correcta, el marketing tiene el poder de movilizar personas, unir esfuerzos y generar un cambio real en la sociedad. Todos los años, en McDonald’s somos testigos de lo que se puede lograr gracias al “Marketing con Propósito”.
Un ejemplo de esto es lo que sucede con nuestra campaña solidaria de “Gran Día”, iniciativa que anualmente invita a realizar una compra con propósito adquiriendo una Big Mac en todos los McDonald’s a nivel nacional, con la promesa de que el 100% de lo recaudado será en beneficio de los jóvenes de Aldeas Infantiles SOS Perú y niños de la Casa Ronald McDonald. De esta manera, por un día, ayudar es tan fácil como disfrutar de tu hamburguesa favorita, al mismo tiempo que apoyas a instituciones que brindan apoyo a niños y jóvenes en situación vulnerable.
¿Qué hace que esta campaña sea un ejemplo de marketing con propósito exitoso? El éxito del «Gran Día» radica en la capacidad de McDonald’s para inspirar a miles de personas a sumarse a una causa que trasciende los intereses comerciales. Aquí, la marca se convierte en un agente de cambio, actuando como el puente que conecta la solidaridad ciudadana con el bienestar de los grupos más desprotegidos de la sociedad.
Además, los buenos resultados que se han obtenido en los últimos años dan cuenta de la importancia de nuestro mensaje y el valor que tiene de cara a nuestro público. Gracias a lo recaudado desde el inicio de esta iniciativa, se han logrado avances para ambos programas. Una muestra de esto, es la pronta inauguración de una tercera Casa Ronald en Lima que podrá albergar a más niños que necesitan tratamientos extensivos en la capital y por el lado de Aldeas Infantiles ya van cerca de 2000 jóvenes fortaleciendo sus habilidades para la empleabilidad y/o emprendimiento. Esta campaña nos ha enseñado que las personas quieren formar parte de algo significativo, especialmente cuando pueden ver y sentir el impacto de su contribución.
Los peruanos acuden masivamente a los restaurantes de McDonald’s con la convicción que con un simple acto de consumo, están haciendo una diferencia en las vidas de muchos niños y jóvenes. Este efecto de movilización es prueba de que una marca que conecta emocionalmente con su audiencia y asume un compromiso social es capaz de trascender su rol comercial y unir comunidades.