Conocidas marcas de cerveza, algunas de vino, destilados y una serie de productos que se comercializan como “desalcoholizados”, “sin alcohol” o con un ABV (alcohol por volumen) inferior al 0,5%, han empezado, nuevamente a crear tendencia.
La categoría se remonta a la era de la prohibición de la década de 1920, aunque los productos comercialmente exitosos no llegaron hasta finales de la década de 1970 en países como Estados Unidos.
¿Están de moda las bebidas sin alcohol?
La demanda de bebidas sin alcohol y cócteles sin alcohol se ha robustecido en los últimos dos años. A nivel global ha sido la tercera categoría de más rápido crecimiento. Las razones detrás de este crecimiento van desde, factores relacionados con la salud y el bienestar, nuevos canales de distribución, un creciente énfasis en la responsabilidad social y perfiles de consumo que asocian lo social con brindis, de por medio, pero que no desean dar explicaciones sobre su decisión de evitar ingerir alcohol.
¿Por qué los consumidores están optando por las bebidas no alcohólicas?
Uno de cada cuatro compradores de bebidas no alcohólicas dijo que compran la categoría por motivos de salud general. Esto pues existe mayor consciencia de los riesgos asociados al consumo excesivo de alcohol, pues entre muchas otras características, Las bebidas sin alcohol ofrecen una opción menos calórica, sin sacrificar sabor ni diversión.
¿Qué está pasando en el mercado local?
Ya encontramos cerveza sin alcohol, vinos a los que les quitaron el alcohol, cocteles listos y envasados, así como una magnífica coctelería libre de alcohol y destilados sin alcohol.
Hechos en Perú
Aqará. Los creadores del reconocido destilado artesanal premium de ágave -al que no podemos llamar “tequila” ni “mezcal” por denominación de origen- pero que nada tiene que envidiar a estas bebidas, según las más de 50 medallas internacionales que ha recibido, acaba de lanzar “Refugio” su versión sin alcohol. Se obtiene gracias a la pasteurización del mosto antes del proceso de doble destilación de esta hierba que está presente en toda América con diferentes nombres (ágave, metel, maguey, penca). El insumo de Aqará (qara es ágave en quechua) crece en Caraz, a 2,256 metros de altura. Una maravilla.
Lady Bee. Para hablar de coctelería de autor con o sin alcohol, Lady Bee tiene una propuesta excepcional. Desde los insumos (productores artesanales principalmente), el espacio (muy al estilo oriental, minimalista), los piqueos que acompañan a las bebidas (o a la inversa y sí, son toda una experiencia), sus preparaciones sin alcohol logran convencernos de que no necesitamos el “kick” del etanol para liberar endorfinas.
Los nuevos importados.
Libertá. Entre la oferta ya conocida de bebidas sin alcohol que fueron elaborados como vinos, para luego retirárseles el alcohol, me ha gustado mucho la propuesta de Libertá que trae, de la reconocida marca St. Regis, sus Chardonnay, Shiraz, Brut y su spritz, este último similar al conocido cóctel y uno de mis favoritos, del portafolio.
La oferta de bebidas sin alcohol se sigue diversificando con productos innovadores y de gran calidad para invitarnos a brindar por la moderación, la creatividad y la salud. ¡Salud!