Es común ver a las empresas invirtiendo grandes esfuerzos en quienes dan los mejores resultados, ayudando a líderes séniores a seguir destacando a través de diversos programas de formación, todo con el fin de que con su crecimiento en aprendizaje puedan pueda traducirse en un mayor rendimiento para las organizaciones.
Parece un acierto total, brindar más desarrollo a las personas que tienen un alto rendimiento y reconocer a aquellos que se han esforzado y tienen mucha más experiencia, es decir, los mejores deben seguir siendo los mejores ¿no? El detalle de la ecuación es que la otra parte del equipo puede quedar rezagado de estos beneficios y quizás sean ellos los que más lo necesitan.
Según el artículo de Harvard Bussines Review, titulado “La capacitación en liderazgo no debe ser solo para los mejores”, que describe una paradoja entre el desarrollo del liderazgo y las estrategias que se implementan en la organización, existen tres suposiciones que los líderes no perciben:
- El éxito viene con el esfuerzo de cada uno:
Se cree que el éxito viene por el esfuerzo de cada uno. Pero ¿qué hay de las ventajas que algunos han tenido? Cuando una persona entra a un nuevo trabajo, viene con un cúmulo de experiencias que muchas veces ayudan a que tenga un alto performance. Tal vez esa persona tuvo la oportunidad de liderar a más corta edad, o ha tenido experiencias de vida que le permiten lograrlo.
¿Qué pasa con los que no tuvieron esas experiencias? Es importante que consideremos brindar capacitación y desarrollo para todos los colaboradores, estableciendo variables de variación flexibles y así podamos convertir a más júniors en séniors.
- Lo que hiciste hoy define tu mañana
Muchas veces, las organizaciones se enfocan en aquellos que desarrollaron un buen desempeño en labores anteriores suponiendo que harán lo mismo con los nuevos cargos que se les asigne, esto no necesariamente es así.
Lo importante es evaluar los atributos que indican que una persona tiene el potencial para desarrollar para las necesidades futuras de la organización en lugar de centrar las decisiones únicamente en su desempeño actual.
Los resultados pueden incluir la agilidad de aprendizaje, que refleja la voluntad, la capacidad de aprender y realizar nuevas competencias, y un amplio deseo de involucrarse en nuevos proyectos.
- Los de alto performance se benefician más de las capacitaciones
Al momento de seleccionar a quienes desarrollarán los programas de formación para mejorar sus habilidades, es fácil pensar que serán aquellos que demostrarón más compromiso, desempeño y más probabilidades de beneficiarse de la capacitación.
Esto puede hacer que dejemos de lado a aquellos que realmente tienen la “necesidad de desarrollo”. Enfocaté en ellos y descubrirás cómo aprovecharán mejor el conocimiento que tanto están requiriendo.
Por eso cuando se trata de liderazgo, y también de tu equipo, no veas como primera opción a los “mejores, evalúa a todo tu personal y bríndales oportunidades igualitarias, ya que de esto dependerá el éxito de la organización, porque todos los días son los colaboradores quienes trabajan por alcanzar los objetivos propuestos.
Muy oportuna tu opinión para que los líderes consideren a todos los potenciales futuros seniors dándoles las mismas oportunidades que a los tops. Saludos doctora.