A principios de año, recibimos la noticia que, por primera vez en sus 144 años de existencia, una mujer fue nombrada Rectora de la Universidad Nacional de Ingeniería. La elección de Luz Eyzaguirre demuestra que la idea de que las mujeres no estamos dotadas para las matemáticas o las carreras de ingeniería, no es una verdad absoluta. Luz, es doctora en Ciencias Administrativas, tiene además una maestría con mención en Ingeniería de Sistemas y ha sido Decana de la Facultad de Ingeniería de Petróleo, Gas Natural y Petroquímica hasta su nombramiento como Rectora de la UNI.
Es, además, un momento en nuestro país, en que las mujeres se han convertido en protagonistas de cargos públicos muy relevantes: Violeta Bermúdez es Presidenta del Consejo de Ministros, Elvia Barrios es Presidenta del Poder Judicial, Marianella Ledesma es Presidenta del Tribunal Constitucional y Mirtha Vásquez es Presidenta del Congreso. Asimismo, 8 mujeres son Ministras de Estado, de un total de 19 ministerios.
¿Pero, por qué cuándo una mujer ocupa un cargo de alto rango sea en una empresa, una entidad del Estado, un gremio o en cualquier otra institución, se destaca tanto su nombramiento y se convierte en noticia?
La respuesta es muy simple: porque las mujeres somos minoría en las posiciones de alto rango tanto en las empresas, como en los cargos públicos, pues estas posiciones son ocupadas en su mayoría por hombres. Por ello, el nombramiento de una mujer, se ve como una situación fuera de lo común, que merece ser destacada.
La industria de la publicidad, no es una excepción. Hasta 2019, a través de una encuesta que realiza APAP anualmente para conocer la presencia femenina en las agencias y en cargos directivos, a pesar de que el número de colaboradores hombres y mujeres es muy parejo (50/50 de presencia femenina / masculina) las agencias de comunicación están lideradas en su mayoría por hombres. Existe una proporción de 36% de agencias lideradas por mujeres, versus un 64% lideradas por hombres. Y hay tareas, como la Dirección Creativa, Dirección Digital o Dirección de Planeamiento Estratégico, en que la presencia de las mujeres es casi nula.
Deberíamos preguntarnos: ¿Estamos haciendo lo necesario para que las mujeres ocupen esos cargos directivos y dejemos de considerar que hay cargos “solo para hombres” (al igual que otros son considerados “solo para mujeres”)? ¿Estamos generando oportunidades para todos y todas por igual, sin diferencias salariales?
Varias agencias, implementan y practican políticas de equidad de género desde hace algunos años, pero todavía falta mucho por hacer. Debemos seguir trabajando para que la equidad de género sea práctica establecida en todas las empresas de la industria publicitaria y sea un tema prioritario.
Solo así, el nombramiento de una mujer en un cargo directivo, dejará de ser “noticia” y será entendido como la elección de una profesional cuyo talento y méritos han destacado en un grupo de candidatos seleccionados por sus capacidades. Nunca por su género.
Rocio Calderon