La popularización de los memes a través de la cultura popular no ha tenido mayor pretensión que generar un elemento divertido, hasta ahora que ha pasado a ser una herramienta de comunicación muy, pero que muy eficaz. Esto se debe a que se trata de un contenido fácil de entender, con un mensaje extremadamente sencillo y además casi siempre muy divertido. Tiene mucho de todo lo que necesita un mensaje comercial para llegar a un usuario: claro, sencillo y directo. Pero a través de un meme se hace una manera más sutil, eliminando el enfoque comercial.
Hay que matizar que este tipo de contenido es muy atractivo hoy en día porque es puramente visual. No hay que hacer casi ningún esfuerzo en entenderlo y tampoco dedicarle más tiempo del deseado, en apenas segundos cualquiera capta el mensaje y su intención. Esto está totalmente alineado con todo lo que sabemos del consumidor digital que busca información rápida y que no le cueste invertir demasiado tiempo.
La publicidad ha recogido el guante de la creación de memes debido a que ya no es lo mismo compartir contenido relacionado con productos en la red. El usuario está empezando a sentirse agobiado por todos los estímulos que llegan de marcas y busca otro tipo de contenido en la red social.
Al ser un material divertido y una manera de llegar al usuario, las marcas han empezado a utilizarlo cada vez más, pero no hay que olvidar que para que algo se convierta en meme, tiene que tener aceptación y eso siempre lo va a decidir el público, la gente, la comunidad… y no la marca.
Al mismo tiempo, debemos entender el meme como una herramienta que está al alcance de todos y esto se ve tanto en publicidad como incluso en la política y su propaganda. El meme está siendo tan importante en nuestra sociedad que con solo mirar qué memes son la tendencia del momento podemos saber sobre qué tipo de actualidad está hablando la gente y qué es lo que le interesa compartir. A lo mejor no es sobre lo más importante, pero sí sobre lo que les apetece hablar u opinar.
El meme consigue que un mensaje viaje lo más rápido y lejos posible
El denominado como “meme marketing” ayuda a esto porque además tiene un sentido humorístico. Aunque parece un mecanismo obviamente potente, las marcas deben llevar mucho cuidado con la utilización de memes, puesto que si se hace de manera equivocada puede generar un daño importante en la imagen o reputación de la marca.
Lo más importante es estar totalmente contextualizado y conocer perfectamente cuál es el rol de la marca en la red social. Es decir, hay que alinear la identidad y filosofía de la marca con aquello que va a comunicar y saber si el meme marketing puede ser beneficioso o no. A partir de ahí, también ser muy consciente sobre qué tipo de temas es bueno entrar y en aquellos que mejor pararse a un lado.
Dado eso, el real time marketing es fundamental. El poder del meme reside en las primeras horas o, a lo sumo, días desde que sucede el hecho. Si el meme de la marca llega tarde ya no tendrá casi efecto. En este tipo de contenido ser el primero significa ser el más exitoso puesto te puedes volver viral.
El territorio del meme es, sin duda, el entorno digital.
Comenzó en la red social promovido por los propios usuarios y ha traspaso la barrera hasta la mensajería instantánea. Ahora plataformas como Whatsapp son las que más contenido tipo meme acaparan, incluso convirtiéndolos en GIF’s que se guardan en favoritos y se reenvían en conversaciones una y otra vez.
Esto no quiere decir que en otros escenarios puedan tener cabida, porque la tendencia está en encontrar la conexión total entre aquello que sucede en el entorno digital y en el físico. Hay publicidad escrita, en papel o grandes soportes físicos que pueden mostrar cualquier enfoque tipo meme y este será identificado por cualquiera.
¿Algunos ejemplos de meme marketing?
Desde lo más reciente del Mundial de Fútbol de la FIFA con los memes protagonizados por Messi y su “qué mirás bobo” o el último tweet de Carmen Lomana con su “Embalé es un fenómeno” que ha desatado una avalancha en Twitter.
También se puede hacer de manera constante como lo hace Netflix en la mayoría de las publicaciones en sus redes sociales para empujar los lanzamientos de sus nuevas series y películas. Además, podemos encontrar incluso canciones o bailes como, por ejemplo, el “despechá” de Rosalía.