El progreso de la Inteligencia Artificial (IA) está transformando rápida y radicalmente el mercado laboral. En países más desarrollados la discusión se concentra en cómo optimizar el uso de esta tecnología, pero en Perú la situación es más compleja: un gran segmento de la población no cuenta ni siquiera con conocimientos básicos en herramientas digitales (uso del correo electrónico, aplicaciones de mensajería, plataformas de videoconferencias, gestión de bases de datos, gestores de proyectos, etc.).
De acuerdo con el estudio “Índice de la Actividad Digital (InAD) 2024” de Neurometrics, un laboratorio dedicado al análisis de la experiencia del consumidor, a pesar de que los peruanos hemos incrementado el uso de sus hábitos digitales, estos siguen estando muy por debajo de países de Hispanoamérica. Solo citar el caso del comercio electrónico, actividad que puede resultar cotidiana y aparentemente fácil, las cifras totales en la población peruana apenas llegaron al 8.05% en 2023 (en 2019 fue de 4.92%), mientras que México y España registran un 27.23% y 45.28% respectivamente.
Esta disparidad de competencias no solo está situando a miles de personas en una posición de desventaja, sino que también pone en riesgo la competitividad de las compañías en el país. Aquí hay que señalar que el problema no radica únicamente en que existan individuos sin conexión a internet o sin aparatos tecnológicos. Lo que verdaderamente es alarmante es que, incluso en los grupos con acceso, existe un significativo déficit de capacitación en competencias digitales avanzadas. Y en un mundo en el que la IA ya está ganando relevancia en todas las áreas y rubros, quedarse atrás no es una alternativa.
Un país con escasez de habilidades digitales
Una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en colaboración con el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), reveló que el 75% de las empresas enfrentan problemas para contratar trabajadores con habilidades tecnológicas. Otro dato preocupante es que el 38 % de los colaboradores de las organizaciones encuestadas no poseen las habilidades digitales necesarias. Esta cifra creció en comparación del 2022, donde la cifra llegaba al 35 %.
Aunque las universidades en nuestro país han empezado a tomar cartas en el asunto y están incorporando asignaturas y talleres vinculados a la IA, análisis de datos, entre otras, en sus mallas curriculares, el problema reside en el grueso de la fuerza laboral actual: empleados de más de 40 años que no obtuvieron educación digital, microempresarios que todavía se apoyan en procedimientos manuales y graduados de instituciones educativas que no obtuvieron formación en tecnologías emergentes. Y lo más alarmante, es que hay miles de jóvenes con formación universitaria que buscan trabajo, pero no están a la altura de los requerimientos que se buscan.
Esta escasez de competencias digitales no solo impacta a los que buscan trabajo, sino también a las compañías. Actualmente, sectores estratégicos de la economía del país, como la banca, la manufactura, la agricultura, los servicios, entre otros, están rezagadas en la implementación de IA, lo que impacta su competitividad en el mercado global.
Este retraso está impactando directamente en el mercado de trabajo. Las compañías que no implementaron hasta hoy IA suelen disminuir su productividad y competitividad. Sin embargo, las que ya la adoptaron enfrentan problemas para encontrar talento cualificado, lo que las fuerza a emplear especialistas foráneos o automatizar puestos de trabajo, dejando a más peruanos en la informalidad o el subempleo.
¿Qué hacer? Sugerencias específicas para reducir la brecha digital
Para solucionar esta problemática, es claro que se requiere una estrategia más enérgica para dotar a la población de las competencias que se necesitan en la era de la IA. Sin embargo, ello no puede limitarse a hablar de reformas en la educación o inversión en infraestructura. Es necesario implementar acciones más específicas como las siguientes:
- Certificación nacional en IA y competencias digitales. Se podría diseñar un programa de certificación sin costo para empleados y profesionales que no posean conocimientos en IA. Ello se podría implementar a través de plataformas como PerúEduca y en los Centros de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica (CITE). Aquí también se podrían sumar a las universidades y escuelas de negocios.
- IA desde el colegio. Se puede iniciar la capacitación en herramientas de IA desde el colegio, tanto en etapa primaria como secundaria, involucrando tanto a docentes como a los alumnos. Aquí puede darse una integración de automatización y análisis de datos en cursos de matemáticas y tecnología.
- Becas para la reorientación profesional en IA. Se podría establecer un fondo gubernamental para invertir en cursos de IA para empleados de más de 40 años que requieran ajustarse a las nuevas exigencias del mercado. Aquí se podría impartir una formación rápida en herramientas como Python, Power BI, RPA (Automatización de Procesos) y aprendizaje automático.
- Utilización de IA para la intermediación laboral. La implementación de IA en la Bolsa de empleo del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) permitiría una mejor conexión entre la oferta y la demanda de trabajo. A través del uso de algoritmos de emparejamiento se podrían evaluar competencias y sugerir una formación específica.
Como puede verse, el país no puede retrasar más la capacitación digital de sus habitantes. La IA está revolucionando el mercado de trabajo y, si no adoptamos acciones inmediatas, en pocos años nos encontraremos con una crisis de desempleo y subempleo mucho más severa de la que ya tenemos. El país requiere un plan audaz, con medidas específicas que no solo eliminen la brecha digital, sino que capaciten a los empleados para un entorno de trabajo donde la IA será la regla y no la excepción. Si no tomamos medidas ahora, miles de peruanos serán excluidos en el corto plazo del mercado laboral.