Por Augusto Ayesta, CEO de Trend.pe
Hace unos días, recibí un correo electrónico que parecía prometedor: un prospecto solicitaba una completa cotización de PR para un evento de un gremio en Lima. Sin embargo, algo no encajaba. El remitente usaba un correo particular de Hotmail, una práctica inusual en su sector. Esto me hizo sospechar.
Decidí esperar antes de responder, anticipando un correo más formal o una llamada de seguimiento. Pasaron algunos días y el prospecto insistió en recibir la cotización. Amablemente, le pedí un correo corporativo para enviar la información o coordinar una reunión para discutir más detalles. Después de eso, nunca más recibí respuesta. Busqué en LinkedIn y no encontré información actualizada sobre la posición que mencionaba. Estas situaciones ofrecen valiosas claves sobre cómo detectar falsos prospectos.
En el ámbito empresarial, las solicitudes formales suelen provenir de correos corporativos. Un correo particular puede levantar sospechas sobre la autenticidad del remitente. Solicitar un correo corporativo fue una primera medida adecuada para verificar la legitimidad del prospecto. La falta de respuesta sugiere que el remitente no tenía la autoridad o las credenciales necesarias.
Los prospectos serios suelen mantener una comunicación consistente y profesional. Si un prospecto responde de manera intermitente, con largos periodos de silencio (ghosting) o respuestas vagas, esto puede ser una señal de alerta. Las solicitudes poco detalladas o inusuales también pueden indicar que el prospecto no es legítimo. Los clientes reales generalmente tienen una comprensión clara de sus necesidades y pueden proporcionar detalles específicos.
Es importante establecer políticas claras para proteger la información sensible. Solicitar detalles de contacto verificables y establecer una comunicación inicial puede ayudar a confirmar la identidad del prospecto. El uso de un correo particular para una solicitud de negocio puede ser una señal de falta de profesionalismo o una red flag para intentos de estafa.
Detectar un falso prospecto no siempre es fácil, pero es esencial para proteger los recursos de tu empresa. Implementar estrategias de verificación y mantener una comunicación clara puede ayudar a filtrar consultas legítimas de aquellas que no lo son.