Vocero: Omar Vinatea, gerente de Marketing Estratégico de Pacasmayo
La industria constructiva es entendida como uno de los motores de la economía del país. Según un reciente informe del INEI, este sector fue uno de los que impulsó a que, en agosto de este año, la economía peruana creciera 1.68%. Aunque nos encontramos en un mercado percibido principalmente tradicional; sabemos que nuestras acciones deben estar enfocadas en transformarlo. Por ello, es importante ponerle atención a un aspecto central: los esfuerzos del sector construcción por mitigar la contaminación.
La industria es consciente del efecto que genera en el medioambiente. Es así que el mindset en Pacasmayo se transformó, poniendo al cliente al centro, desarrollando soluciones que respondan a sus necesidades y a la vez, teniendo una producción más responsable y con ello, un portafolio más verde. En esa línea, muchas empresas están definiendo estrategias para la reducción del consumo de recursos como la disminución del factor clinker cemento en sus productos e impulsando el concepto de economía circular, por ejemplo, con el uso de residuos de otras industrias para la elaboración de soluciones constructivas.
El principal aporte que ha hecho Pacasmayo desde hace más de 20 años es la oportunidad de brindarle a sus clientes, productos más ecoeficientes como los cementos verdes. Estos cementos contienen una menor cantidad de clinker, elemento principal de los cementos cuya producción genera altas cantidades de CO2, logrando reducir de manera directa la generación de gases de efecto invernadero. Los cementos verdes o cementos adicionados son considerados una alternativa clave en las principales hojas de ruta ambientales para reducir la huella de carbono, sin que esto implique descuidar los niveles de calidad requeridos para las edificaciones.
En 2019, Perú contaba con un 76% de factor clinker cemento en su producción. A la fecha, Pacasmayo tiene un aproximado de 73.1%, estando por debajo de la media nacional. Este tipo de esfuerzos se han convertido en una tendencia mundial, teniendo como meta al 2030 la reducción de factor clinker cemento a 67% para cumplir con la hoja de ruta hecha por FICEM y ASOCEM.
Junto con la producción de cementos verdes, en mayo de este año lanzamos un empaque disgregable llamado EcoSaco. Gracias a esta innovación, en este primer año se dejarán potencialmente de desechar casi 16 millones de bolsas que se traducen en 3,500 toneladas menos de residuos en los rellenos sanitarios. Esto disminuye parte de los residuos que se generan en una obra, y de manera indirecta reduce la emisión de CO2 que se produce al disponer las bolsas en vertederos municipales.
Con la reciente recopilación de información para generar la Hoja de Ruta de la Industria Cementera en el Perú, hemos sido conscientes de los grandes aportes que han tenido nuestras iniciativas a través de los años. Solo con el uso de cementos verdes en el norte del país se ha ahorrado 2 millones de toneladas en la emisión de CO2. Está claro que la industria constructiva está dando pasos agigantados con la finalidad de contribuir a que unidos alcancemos objetivos de sostenibilidad que permitan el crecimiento del sector y con esto, el del país.