Sabemos que la capacitación constante nos lleva a mantenernos actualizados dentro del mercado laboral, desarrolla nuestras habilidades para afrontar los desafíos del trabajo que realizamos.
Se ha dicho mucho que mientras más capacitación reciban, los colaboradores de una empresa serán más productivos y habrá menos problemas, ¿qué tan cierto es esto?
La capacitación sigue siendo la primera línea de defensa de muchas organizaciones porque es más fácil para los líderes autorizarla en lugar de dedicar tiempo a evaluar los problemas principales o asesorar a los colegas.
Un estudio de SAP, reseñado en Harvard Business Review, revela que el 40% de los empleados no está satisfecho con la formación que recibe en el trabajo. Y es responsabilidad de los líderes filtrar cuáles son los temas relevantes para su equipo.
¿Por qué no funciona la capacitación por sí sola?
Al no estar satisfechos con las formaciones, parte de tu equipo puede verlas como una carga que quita tiempo para las actividades diarias. La clave no está solo en dar capacitaciones, sino en encontrar el elemento que apunte a la acción.
Antes de autorizar cualquier programa para tu equipo, es importante que te centres en preguntas como:
¿Qué lograrás cambiar con este programa de formación?
El entrenamiento se produce debido a una diferencia entre un rendimiento o comportamiento deseado y real. Define esa brecha antes de buscar soluciones, recuerda que las personas necesitan querer formarse para que sea eficaz.
¿Cuál es la causa de esa brecha?
Después de haber identificado lo que ha estado afectando al equipo, explora aún más. No todos los problemas son de rendimiento, investiga como está su flujo de trabajo, si tienen más tareas de las que deberían o si la existen conflictos que resolver.
¿Es necesario implementar un programa de formación para solucionarlo?
Antes de contratar una capacitación, dialoga con tus colaboradores y explora que es lo que realmente está complicando su trabajo. Descubrirás que no todo se debe a una falta de formación, quizá necesiten escucha o apoyo.
Mi invitación no es a descartar las capacitaciones, de hecho, creo que pueden ser muy productivas y permitir que nuestros equipos de trabajo desarrollen skills que nos ayuden a alcanzar los objetivos.
Sin embargo, pensemos, analicemos antes de implementarlas, para que así podemos sacarle el máximo provecho a todas las inversiones que autorizamos y hacemos en nuestros colaboradores.
Gran tema. Gracias, Un saludo