Los jóvenes, hoy más que antes, sueñan con ser empresarios. Tienen la idea de que tendrán un estilo de vida ideal si lo logran. Si eres de este grupo de jóvenes, pregúntate ¿tienes lo que se necesita? Estos 6 rasgos de personalidad son claves en todo empresario exitoso. Léelos y descubre si tienes la “pasta” para serlo.
1. No te puedes derrumbar al primer obstáculo: debes estar preparado y ser lo suficientemente fuerte para no derrumbarte y superar toda clase de obstáculos que se presente, porque siempre en algún punto, las cosas se van a poner difíciles. Hasta las empresas más grandes y consolidadas enfrentan serios desafíos, desde clientes insatisfechos sin razón aparente, hasta demandas legales, despidos difíciles o riesgos en el flujo de caja. En esas situaciones se puede llegar a sentir una frustración muy grande, miedo y desesperanza, pero tienes que tener la fortaleza para levantarte, armarte con la mejor versión de ti mismo y trabajar buscando soluciones y oportunidades. Siempre hay una salida para cualquier obstáculo que se presente. Acuérdate que no existen los fracasos, sólo aprendizajes y depende de ti verlo de esa manera. Sé persistente y resiliente.
2. Debes identificar las oportunidades y tomarlas: un empresario debe ser lo suficientemente audaz y tener una visión estratégica para “oler” las oportunidades de negocio que se le presenten. Además, debe tener la valentía y una alta tolerancia al riesgo para no dejarlas pasar. Quizás es momento de abrir mercado en el extranjero, ofrecer una nueva línea de productos, o trabajar en tu marca personal para llegar mejor a tus clientes, aunque no te gusta la cámara. El camino que identifiques, seguro va a implicar salir de tu zona de confort, lo cual implica un reto y un riesgo. ¡Atrévete! Claro, lo que haces bien, sigue haciéndolo y cuando tengas el equipo adecuado para que todo fluya, atrévete a tomar las nuevas posibilidades que se te presentan. Así vas a diversificar el riesgo y tu mente se va a mantener en un estado de crecimiento constante. Esto la va a motivar a ver oportunidades donde otros ven problemas.
3. Sé un buscador de soluciones: si tienes esta visión de “solucionador” estarás un paso adelante. Ante una situación que se haya presentado, lo primero siempre es tratar de resolverla buscando soluciones. Luego podrás analizar qué tuerca corregir para que no vuelva a pasar. No pierdas el tiempo buscando culpables, incluso en muchas ocasiones puede que no haya un culpable.
4. Hazte responsable: no culpes al pésimo Gobierno, a la guerra, a la inflación, a la inseguridad ciudadana, al mal manejo de la economía, etc. Uno es responsable de sus actos, de sus decisiones y uno es el creador de su vida y de su negocio. Si bien hay políticas que no ayudan, no deben ser tú justificación. Tener una mentalidad de víctima y siempre echarle la culpa a otro, es muy cómodo, pero no te va a ayudar a salir adelante. Así que tienes que hacerte responsable porque es la única manera de corregir para avanzar y sobre todo de ser consciente del poder que tienes para lograr que las cosas pasen al margen del exterior.
5. Vívela con pasión: debes amar tu marca, tu negocio, tus productos o servicios, tu industria y nunca verás el manejar tu empresa como un trabajo. Lo integrarás como parte de tu vida, lo disfrutarás, lo harás cada vez mejor y lo proyectarás. Así tus clientes se acercarán a ti y tus colaboradores amarán tu empresa, en tanto tú la ames. Olvídate de la mentalidad de trabajo de 9 a 6, no es así. Si el trabajo lo integras como parte de tu vida, tú vas a saber cuándo puedes tomarte unas vacaciones, un día, una tarde y cuándo no. incorpora tu trabajo en tu vida y nunca más volverás a trabajar.

6. Mentalidad positiva: suena trillado, seguro lo has escuchado muchas veces, pero créeme, es más importante de lo que piensas. De todas las entrevistas que he escuchado a empresarios exitosos (y han sido muchas), todos recorrieron caminos distintos para alcanzar el éxito, pero hay un factor que se repite en cada historia: una mentalidad positiva. Esa fue su base, su motor y su ventaja más poderosa.
- Pensar desde la abundancia y no desde la escasez: pensar todo el día en que no puedes pagar tus deudas en lugar de pensar cómo generar más riqueza, es pensar desde la escasez. Pensar que no hay mercado para todos, es pensar desde la escasez. Piensa que el universo es abundante y que está disponible para nosotros. La mente verá la forma de acercarnos a esa abundancia en amor, salud y dinero.
- Tener una adecuada relación con el dinero: Muchas veces cargamos con tabúes y creencias limitantes sobre el dinero que hemos heredado. Frases como: “todos los que hacen dinero lo consiguen de forma sucia”, o “los que tienen plata son egoístas y malas personas”, se nos quedan grabadas y generamos un rechazo inconsciente a la riqueza, porque nuestra mente no quiere ser ese tipo de persona. Si quieres ser empresario, es momento de cambiar tu relación con el dinero y verla como un vehículo que te va a permitir lograr muchas cosas buenas, aportar, compartir y crear. Mira al dinero como un buen amigo al que se le respeta.
- Entender que tú eres un creador: puedes crear la realidad que quieras. Sólo debes decírselo a tu mente constantemente. Entonces se enfocará y tomará acción para lograr lo que le estás pidiendo. Siéntelo y refuérzalo cada día.
Hay muchas otras cualidades que debe tener un empresario, pero estas seis son innegociables en el mundo actual. Así que mírate al espejo, sé brutalmente honesto contigo mismo y pregúntate: ¿tienes la pasta? ¿Tienes el conocimiento? ¿Tienes el coraje? Porque soñar es fácil. Lo difícil es atreverse y mantenerse en el juego.