Por Eduardo Acuña
CEO de BUTIK.AI
El comercio electrónico dejó de ser una opción para convertirse en un pilar fundamental del mercado peruano. En un país donde el e-commerce crece a pasos agigantados, postergar su implementación puede ser el principio del fin para muchas empresas. ¿Estamos ante un cambio estructural o es solo una tendencia pasajera? Las cifras hablan por sí solas.
En 2023, el comercio electrónico en Perú movió aproximadamente US$13,000 millones, con una proyección de crecimiento del 15% para 2024, según la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (CAPECE). Esto implica que, en menos de una década, el e-commerce pasó de ser un canal alternativo a convertirse en el motor principal del consumo.
Pero el fenómeno no se limita a grandes empresas. Más de 60,000 negocios ya han adoptado sistemas de pago móvil, y en 2022, las billeteras digitales como Yape y Plin procesaron casi 1,000 millones de operaciones, por un valor de S/60,000 millones. Hoy, el 68% de las transacciones digitales en Perú se realizan mediante estos medios, lo que confirma que los consumidores han cambiado su forma de comprar. La pregunta es: ¿y los negocios?
Los cambios en el comprador
El consumidor peruano ya no solo busca comprar en una tienda física. El 50% de los peruanos realiza compras en línea, y la tendencia es irreversible. La comodidad, las promociones exclusivas y la posibilidad de comparar precios en segundos han redefinido el concepto de comercio. El que no está en e-commerce, simplemente no existe.
Negocios tradicionales que alguna vez lideraron el mercado han visto reducidas sus ventas por no adaptarse a este nuevo ecosistema. Mientras tanto, empresas como la pastelería María Almenara han logrado expandirse de un pequeño negocio a una marca con presencia nacional gracias al comercio electrónico.
E-commerce: más que vender en línea
Tener presencia en el mundo digital no se trata únicamente de abrir una tienda online o vender por redes sociales. Se necesita estrategia, inversión en tecnología y, sobre todo, un enfoque en la experiencia del cliente. Un e-commerce exitoso requiere un sitio web optimizado y seguro, con una navegación intuitiva y tiempos de carga rápidos para evitar la pérdida de clientes potenciales. Además, debe ofrecer múltiples métodos de pago, incluyendo billeteras digitales y transferencias bancarias, para adaptarse a las preferencias de los consumidores peruanos. La logística es otro factor clave: una gestión eficiente de inventarios y entregas rápidas es fundamental para la satisfacción del cliente. A esto se suman las estrategias de marketing digital, como la optimización en buscadores (SEO), publicidad en redes sociales y email marketing, herramientas indispensables para atraer y fidelizar clientes. Finalmente, la atención al cliente debe ser rápida y efectiva, con respuestas ágiles a través de chatbots, WhatsApp Business o call centers especializados que refuercen la confianza y el vínculo con los compradores.
Además, la integración de la inteligencia artificial (IA) en las plataformas de e-commerce ha revolucionado la forma en que las empresas interactúan con sus clientes. Desde la personalización de la experiencia de compra hasta la automatización del servicio al cliente mediante chatbots avanzados, la IA permite optimizar procesos, predecir tendencias de consumo y mejorar la toma de decisiones estratégicas. En un mercado tan competitivo, aprovechar estas tecnologías marca la diferencia entre un e-commerce eficiente y uno que se queda atrás.
El futuro con o sin tu negocio
La resistencia al cambio es el peor enemigo del crecimiento. Mientras algunos dudan, otros avanzan. En un mercado donde la competencia se da tanto a nivel local como global, no adaptarse equivale a desaparecer. La decisión es clara: apostar por el e-commerce o extinguirse.