Por Willard Manrique, CEO de Grupo Crosland y especialista en Dirección Comercial por el PAD.
La posible llegada de Sephora al mercado peruano ha generado una ola de expectativas en el sector de la belleza y el cuidado personal. La reconocida marca francesa -parte del conglomerado LVMH- ha iniciado trámites para registrar su nombre y logotipo en el país, lo que sugiere su interés en ingresar al mercado local. Este movimiento no es menor, pues podría reconfigurar el panorama competitivo de la industria.
A nivel regional, Sephora ha expandido su presencia en Latinoamérica con más de 80 tiendas, ingresando a México en 2011 y a Brasil en 2015. En el territorio mexicano, la marca ha proyectado alcanzar 100 tiendas para 2030, lo que demuestra su interés en consolidarse en mercados emergentes de la región.
Un mercado en transformación
El sector de cosméticos e higiene personal en Perú ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. De acuerdo con estadísticas de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), en el primer trimestre de 2024, las ventas alcanzaron S/2.133 millones, evidenciando un crecimiento del 6% respecto al mismo periodo del año anterior y un 4% en comparación con el año pre-pandemia 2019.
El mercado peruano de belleza y cuidado personal representa una industria en crecimiento, con un valor aproximado de S/10.000 millones. Esta consolidación se debería a varios factores, entre ellos, el aumento del poder adquisitivo de la clase media y una creciente preocupación por el cuidado personal. Además, la tendencia global hacia el ‘skincare’ ha estimulado la entrada de nuevas empresas al mercado peruano; en 2023, ingresaron alrededor de 100 empresas internacionales enfocadas en esta categoría, según la Sociedad Peruana de Marketing.
Competencia: no todo es alta gama
La entrada de Sephora podría desafiar a marcas locales como Aruma -de Lindcorp-, que actualmente lidera el retail especializado con 116 tiendas. Su éxito radica en ofrecer productos accesibles y adaptados al consumidor peruano. No obstante, Sephora traería una oferta de gama media-alta, atrayendo a un segmento dispuesto a invertir en productos de mayor precio.
Por otro lado, la llegada de la cadena francesa fortalecería el canal retail. Un estudio realizado por el Gremio Peruano de Cosmética, Higiene Personal y Aseo Doméstico (Copecoh) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) develó que en el primer semestre de 2024, el 56% de los productos cosméticos y de higiene personal se comercializó a través del retail (incluyendo e-commerce), superando el 43% de la venta directa y al 1% de comercios exclusivamente digitales. Este cambio sugiere una mayor preferencia de los consumidores por experiencias de compra en tienda y asesoramiento personalizado.
Consumidores peruanos: entre el glamour y el precio
El consumidor peruano está mostrando una creciente inclinación hacia productos de belleza y cuidado personal. Según un estudio de Impronta Research, el 29% de los limeños manifestó su intención de aumentar su presupuesto en la compra de cosméticos y productos de belleza.
Además, datos de Kantar (2024) revelan que 42.9% de los consumidores en Lima y Callao acostumbra a comprar siempre los mismos productos de belleza, reflejando un comportamiento de fidelidad en sus compras. A su vez, 51.1% considera que los productos para el cuidado de la piel ayudan a lucir más joven, lo que indica una alta percepción del valor del skincare en la rutina de belleza.
Desafíos y oportunidades: ¿logrará Sephora un acabado perfecto?
Más allá de su oferta de productos, Sephora se diferencia por su estrategia enfocada en la experiencia del cliente. Su modelo se basa en la personalización del servicio y en una propuesta de valor que va más allá del precio, priorizando la conexión con consumidores aspiracionales dispuestos a invertir en marcas con un enfoque más exclusivo. Este posicionamiento le ha permitido destacarse en otros mercados y podría ser un factor clave para su éxito en Perú.
Además, su concepto de tienda especializada, con un surtido extenso y profundidad de categorías como perfumes, maquillaje y cuidado de la piel, refuerza su imagen como referente del sector belleza y cuidado personal. Su capacidad para ofrecer experiencias diferenciadas desde el punto de venta es una ventaja competitiva que puede jugar a su favor en un mercado donde los consumidores buscan más que solo productos: buscan experiencias.
Si algo ha demostrado el mercado peruano, es que las marcas que logran conectar con el consumidor a través de experiencias, personalización y accesibilidad encuentran un camino sólido para crecer. La pregunta no es si Sephora podrá ingresar al Perú, sino cómo logrará diferenciarse en una industria en constante evolución.