Por Dennis Franco, director de la práctica de Tecnología e Innovación en Burson Perú
La IA no es el futuro: ya está reconfigurando la gestión de la comunicación en las marcas. McKinsey revela que el 72% de las empresas la ha incorporado, mientras que el “Market Guide for AI in Public Relations” de Gartner apunta que el 80% de las agencias de PR la usa a diario. Con inversiones como los 300 millones de euros de WPP en una plataforma de IA Generativa, el sector está acelerando como nunca con el objetivo de productividad y fiabilidad en el horizonte.
Analicemos 3 ejemplos claros en que el trabajo de la comunicación ha cambiado para siempre:
En cobertura mediática, la revolución es total. Lo que antes requería horas de filtros en Excel, búsquedas manuales y lectura, hoy se resuelve en segundos con TalkWalker o Brandwatch. Al integrarlo con ChatGPT o Claude, se detectan patrones, periodistas clave y líderes de opinión en un instante. Además, la IA ya identifica logos e imágenes en video, llevando el monitoreo de una marca a niveles inéditos.
La creación de contenidos también se ha simplificado: basta con cuatro prompts o un agente que gestione otros modelos que producirán en minutos un texto ajustado al tono del medio de comunicación o red social deseada, imágenes hiperrealistas que lo acompañen (Adobe Firefly, Stable Diffusion), videos verticales para Instagram y TikTok (Veo3, Amazon Nova Reels) e incluso casos de éxito con voz sintética. El paquete completo toma hoy solo 30 minutos… incluido el tiempo de preparación de un café y la revisión de estos.
Pero si lo anterior era de por sí increíble, ahora vemos el futuro materializarse con el análisis predictivo, que fusiona IA y machine learning para anticipar tendencias. Herramientas como Decipher pronostican el rendimiento de mensajes en audiencias que pueden ser segmentadas por edad, educación o comportamiento online, a partir de datos históricos y en tiempo real. Esa “bola de cristal” que todos soñábamos con tener, ahora existe e incrementa la efectividad de la comunicación de forma estratégica y antes de emitir una sola idea.
En conclusión, la inteligencia artificial es hoy un aliado estratégico que asume tareas rutinarias y libera a los comunicadores para enfocarse en creatividad, estrategia y construcción de vínculos, que son el verdadero core de nuestra industria. Usada con ética, la IA no suple al talento: lo potencia y refuerza el impacto social y reputacional de las marcas.