“C’est la vie”, dicen los franceses cuando hay que aceptar la realidad como es. Pero cuando llega un desenlace envuelto en justicia divina que deja boquiabierto a más de un espectador, lo que tenemos no es solo entretenimiento: es un espejo emocional que millones eligen mirar.
‘La Rosa de Guadalupe’ presenta una serie de historias diversas, protagonizadas por personajes de clase media enfrentando situaciones que reflejan la realidad del ciudadano común: una madre soltera que trabaja para mantener a sus hijos, una adolescente que oculta secretos a su familia, un hijo presionado a seguir las malas influencias de su grupo de amigos, etc.
La similitud que tienen los protagonistas de cada episodio es cuando su situación se sale de control mediante un “plot twist”. El drama se intensifica, se exagera y se vuelve casi teatral, todo con el objetivo de mantener la atención del espectador.
Entre lo más buscado en Youtube Perú
Estas historias —que reflejan la vida de muchos latinos— no son ajenas al público peruano. Por eso no sorprende que, en 2024, ‘La Rosa de Guadalupe’ haya aparecido dos veces entre las 20 búsquedas más frecuentes en YouTube, según el estudio de We Are Social. Este resultado no es nuevo: también se repitió en 2023 y 2022, lo que evidencia una conexión persistente con una audiencia, en su mayoría, de entre 25 y 44 años.
Análisis de la audiencia peruana
Si elaboramos un buyer persona del público que consume ‘La Rosa de Guadalupe’ en Perú, podemos identificar diversas características: personas de clase media con influencia católica y cristiana, que estudian y trabajan, y que dedican varias horas al día en desplazarse entre el hogar y el trabajo. Suelen tener responsabilidades adicionales, como el cuidado de un familiar o una mascota.
Este perfil busca contenidos que le permitan desconectarse, sentirse representado y, en muchos casos, experimentar una catarsis emocional desde la comodidad de un smartphone o un Smart TV.
Y si lo comparamos con el perfil de la civilización del espectáculo que describe Mario Vargas Llosa, estamos ante una audiencia que prioriza el entretenimiento inmediato, a través de contenidos capaces de provocar, conmover o escandalizar en pocos minutos.
El insight detrás de todo
Si bien se dice que la realidad no supera a la ficción, la acogida que tiene La Rosa de Guadalupe en medios masivos y plataformas digitales podría ir más allá del simple entretenimiento. Detrás todo, hay un insight: el deseo profundo —y a veces inconsciente— de que ocurra algo que alivie nuestros problemas, como un pequeño milagro cotidiano.
El guionista de La Rosa de Guadalupe. Carlos Mercado, declaró hace unos años lo siguiente en una entrevista en Facebook:
“No es un programa religioso, más bien estás viendo cómo una persona está generando y construyendo lo que él considera un milagro y para eso tiene que trabajar muchísimo. Aquí las cosas no se solucionan por ósmosis, ni se solucionan por un fenómeno místico ni religioso, se solucionan porque tú le echaste ganas, porque tú lograste entender y porque lograste encontrar los caminos para poder salir adelante”
Porque, al final, no solo consumimos historias… consumimos la esperanza de que, a pesar de todo, algo bueno puede suceder.