Por: Diego Vences, investigador doctoral en transformación digital y especialista en innovación.
Vivimos una época de aceleración sin precedentes. La tecnología, que ayer podía ser opcional, hoy es indispensable. En los próximos años veremos olas tecnológicas que no solo transformarán industrias específicas, sino que redefinirán cómo interactuamos, trabajamos, producimos y compramos. Para el mercado peruano, esto no es una predicción lejana: es una urgencia estratégica.
En Latinoamérica, países que ya están incorporando estas capacidades en políticas públicas, educación y negocio, como Brasil, México y Chile, están acelerando su competitividad respecto a economías más tradicionales. El mensaje es claro: quienes se adelanten a estas tendencias serán quienes definan el mercado del mañana.
En ese sentido, ¿Cuáles son las principales tendencias que deberán observar los empresarios peruanos el siguiente año?
- Inteligencia artificial generativa. La IA generativa dejará de ser un “extra” para ser un pilar estratégico. Permitirá personalizar mensajes, automatizar atención y crear contenidos de manera exponencial. Para emprendedores y empresas peruanas, el valor ya no estará en producir más, sino en producir mejor y más rápido.
- Automatización y bots inteligentes. Los chatbots y asistentes inteligentes serán parte central de ventas, posventa y fidelización. Su integración con CRM, métricas y pagos generará ventajas competitivas para quienes adopten temprano estos sistemas.
- Edge computing e IoT. Procesar datos en tiempo real transformará sectores como agricultura, salud y manufactura. Para un país diverso como Perú, esta tendencia representa una oportunidad para elevar productividad y reducir brechas.
La ola tecnológica ya llegó. El riesgo no es usar la tecnología, sino quedarse inmóvil mientras otros avanzan. Y en Perú, esto no es un reto abstracto: es una amenaza real para sectores que aún operan con bajos niveles de digitalización, como comercio minorista, agricultura, transporte, educación y servicios profesionales.
Según el Banco Mundial, las economías que no adopten tecnologías de automatización e IA podrían perder entre 6% y 12% de productividad anual hacia 2030, mientras que aquellas que sí lo hagan podrían duplicar su crecimiento potencial. En el Perú, donde más del 96% del tejido empresarial está compuesto por pymes, este diferencial puede marcar la frontera entre competir o desaparecer.




































