Por: Gabriela Denegri, fundadora de Brandtech y Top Of Voice Latam
Hoy en día vivimos saturados de información. En un mercado cada vez más competitivo, digital y saturado de mensajes, LinkedIn se ha convertido en una de las plataformas más estratégicas para construir marca, generar confianza y abrir oportunidades reales de negocio. A la fecha, con más de 7 millones de usuarios peruanos activos, esta red representa una base crítica para la comunicación profesional. Sin embargo, aún son pocas las empresas que han entendido su verdadero potencial, o cómo aprovechar el nuevo algoritmo que viene presentando. La mayoría sigue aferrada a un modelo de comunicación institucional: publicaciones sin rostro, mensajes fríos, slogans sin historia. Pero la red ya no premia eso: el algoritmo ha cambiado, y el juego también.
El contenido institucional está perdiendo cada vez más relevancia. Hoy, el alcance orgánico promedio de una página de empresa es de apenas 1% en desktop. Es decir, de cada 1,000 seguidores, solo 10 ven lo que publicas. ¿Por qué? Porque LinkedIn prioriza contenido personal, historias auténticas y voces con rostro. Las personas confían en personas, no en logos.
¿Y cómo aprovechar eso? Las empresas que activan a sus líderes y equipos para compartir contenido desde sus perfiles personales están ganando visibilidad real. En algunos casos, han visto un crecimiento de hasta 80% en su alcance, sin invertir un sol en publicidad. ¿Por qué? Debido principalmente a que ese contenido conecta, emociona, genera conversación. No es solo branding, es confianza.
Hoy, el 57% de los profesionales peruanos entre 25 y 40 años cree más en lo que publica un colaborador que en lo que comunica la marca institucional. Eso cambia completamente las reglas del juego para el marketing B2B. Ya no basta con tener una página activa: es necesario activar embajadores de marca internos, personas que cuenten lo que hacen, lo que aprenden y cómo aportan desde sus roles.
Sectores como construcción, energía, servicios financieros e inmobiliaria ya están apostando por esta estrategia. No solo para atraer talento, sino para posicionarse como referentes, acercarse a sus comunidades, conectar con aliados estratégicos y abrir oportunidades comerciales. Según un informe reciente de Kantar, el 65% de las empresas medianas y grandes en Perú ya considera LinkedIn como su principal herramienta de marketing B2B. Pero tener un perfil no es suficiente. Se trata de tener una voz, una historia, una perspectiva.
En tiempos de ruido digital y sobreoferta de contenido, quien no cuenta su historia con autenticidad y estrategia, simplemente queda fuera del radar. Por ello, debemos entender que LinkedIn no es más una red de empleo. Es una red de influencia. Y en un país donde las decisiones se mueven por confianza, relaciones y reputación, no hay herramienta más poderosa para crecer profesionalmente o posicionar una marca.