En la era de la sobreinformación, el reto ya no es acceder a los datos, sino traducirlos en decisiones creativas relevantes antes de que pierdan vigencia.
¿Está el exceso de data matando la creatividad?
No. Pero la cantidad de data disponible puede tenernos a todos algo abrumados.
En los últimos años, el discurso publicitario ha transitado de un enfoque data-fóbico a uno abiertamente data-obsesivo. Hoy entendemos que los datos alimentan insights, que los insights detonan ideas, y que las ideas —bien ejecutadas— generan valor. Sin embargo, lo que rara vez se dice es que los errores que aparecen en el proceso creativo no provienen de la falta de datos, sino de su exceso. El verdadero enemigo de la creatividad no es la ausencia de información, sino la incapacidad de priorizarla y traducirla en algo accionable antes de que se vuelva irrelevante. Un creativo senior o un planner tiene hoy acceso a dashboards, reportes de performance, estudios culturales, tendencias globales, patrones de navegación, datos conversacionales, CRM… y sin embargo, lo que limita el resultado creativo no es una pieza faltante, sino el exceso de señales que ningún equipo puede procesar al ritmo que exige el mercado.
Un nuevo enfoque: de datos dispersos a creatividad conectada
IPG Mediabrands ha integrado en su plataforma Interact un núcleo metodológico que reorganiza el proceso creativo desde el inicio. En lugar de que los equipos pierdan horas navegando entre silos de información, esta herramienta permite trabajar sobre una única base de conocimiento conectada, con datos ya filtrados y priorizados para maximizar su potencial creativo.
¿Cómo los datos moldean las ideas?
Error común: pensar que los datos solo sirven para validar
Muchos equipos analizan datos solo para confirmar si algo funcionó, perdiendo así su verdadero potencial: revelar las preguntas que nadie está haciendo.
Un gran hallazgo creativo no nace solo de saber qué genera clics, sino de entender por qué ciertos mensajes ni siquiera están siendo testeados. Por ejemplo, Interact permite cruzar comportamientos mediante modelos de IA generativa para descubrir por qué un público que dice “valorar la autenticidad” no responde a campañas con propósito evidente, pero sí a mensajes con humor autorreferencial. Este tipo de interpretación no surge de un dato aislado, sino de leer el lenguaje y la respuesta emocional.
Error común: analizar los datos solo dentro de la categoría
Muchos creativos se encierran en los datos de su propio territorio (banca, retail, bebidas, etc.), olvidando que las grandes disrupciones suelen surgir de patrones culturales ajenos a la categoría. Interact permite cruzar insights entre industrias: ¿qué puede aprender una marca de retail sobre engagement emocional a partir de conversaciones en el mundo del gaming? ¿Cómo puede un banco adoptar códigos de fandom propios del K-pop?
Error común: no considerar que los datos también tienen sesgos
Los datos son reflejos parciales de la realidad. Trabajar solo con patrones históricos encierra a las marcas en lo que ya fue. Herramientas de IA como las integradas en Interact permiten detectar patrones emergentes, aún débiles, pero con alto potencial disruptivo, ayudando a actuar antes de que se vuelvan mainstream.
Entonces, ¿qué data mirar realmente?
Datos de disonancia
No solo lo que la audiencia dice que le gusta, sino lo que hace que contradice eso. Ahí nacen los insights tensionales.
Datos de exclusión
¿Qué públicos no están siendo segmentados? ¿Qué temas no aparecen ni en búsquedas ni en comentarios? El vacío es tan informativo como el ruido.
Datos de remix cultural
Hoy las audiencias combinan códigos culturales de forma híbrida: memes + activismo, nostalgia + irreverencia, lujo + ironía. Detectar estas mezclas requiere herramientas que trabajen sobre patrones creativos, no solo sobre keywords.
El verdadero aporte de las plataformas integradas
Soluciones como Interact no valen solo por eficiencia operativa. Su valor principal radica en que devuelven a los equipos el tiempo mental necesario para hacer lo que solo los humanos pueden: conectar puntos, imaginar escenarios improbables, sentir las emociones detrás de los números. Interact centraliza, organiza, prioriza y transforma el ruido en señales. Así, evita que los creativos queden enterrados bajo capas de inputs dispersos.
La data no mata la creatividad. El exceso de datos sin dirección, sí.
El futuro no está en tener más dashboards, sino en contar con mejores sistemas que ayuden a decidir qué mirar, qué ignorar y cuándo actuar. Las marcas que triunfen no serán las que acumulen más insights, sino aquellas cuyos equipos logren integrar datos, IA y creatividad como un solo sistema fluido.