Rodrigo Conroy Ganoza
Project Manager – The Swatch Group (U.S.)
Arquitecto con más de 15 años de experiencia en desarrollo y construcción de espacios comerciales.
Hablar de diseño retail en Perú es hablar de un sector en evolución. En las últimas dos décadas, el país ha experimentado un boom de centros comerciales, nuevos formatos y marcas internacionales que han transformado el paisaje urbano y la manera en que los peruanos consumen. Sin embargo, aún enfrentamos el reto de pasar del enfoque funcional al enfoque experiencial.
Del punto de venta al punto de conexión
Por mucho tiempo, el diseño de tiendas en Perú ha priorizado el aprovechamiento del espacio, la eficiencia operativa y el cumplimiento básico de normas. Pero los hábitos de consumo han cambiado. Hoy, los clientes no buscan solo productos, buscan experiencias: ambientes que los inspiren, los
sorprendan y que refuercen los valores de las marcas. Diseñar una tienda hoy no es simplemente “poner productos de manera ordenada”. Es construir un relato espacial que guíe al cliente, que lo conecte emocionalmente con la marca y que lo haga querer volver. Los espacios comerciales deben despertar emociones, invitar a explorar, y generar interacciones memorables.
El contexto local importa
El retail peruano tiene particularidades que no se pueden ignorar: diversidad cultural, brechas económicas, climas extremos, e infraestructura urbana aún en desarrollo. Un diseño retail exitoso en Lima no necesariamente funcionará en Arequipa, Piura o Tarapoto. Adaptar conceptos globales al contexto local no es una debilidad, es una ventaja competitiva. Por ejemplo, en zonas de alto calor y humedad como la selva, el diseño debe considerar ventilación natural y materiales resistentes al clima. En provincias, muchas veces es clave priorizar formatos más compactos, eficientes y cercanos al entorno. Además, el diseño tiene la oportunidad de incorporar elementos de identidad local, creando espacios más auténticos y con mayor conexión cultural.
El rol estratégico del diseño
Aún es común que en muchos proyectos, el diseño entre tarde a la conversación. Pero cuando se involucra desde el inicio, se convierte en una herramienta estratégica que ayuda a tomar decisions sobre formato, operación y experiencia del cliente. Invertir en buen diseño no es un gasto, es una decisión comercial inteligente.
Un espacio bien diseñado puede mejorar la circulación, aumentar el tiempo de permanencia del cliente, optimizar la operación diaria y generar diferenciación frente a la competencia. El diseño debe ser visto como un socio del negocio, no como un simple componente estético.
El futuro del diseño retail en Perú
Estamos viendo señales claras de transformación: marcas que apuestan por materiales sostenibles, formatos más pequeños y flexibles, integración de tecnología en el punto de venta, y una búsqueda constante por diferenciarse en un mercado saturado.
Además, el e-commerce ha dejado de ser una amenaza para convertirse en un complemento. Esto obliga a las tiendas físicas a ofrecer lo que el canal online no puede: contacto humano, experiencia inmersiva, personalización. Y eso solo se logra con un diseño estratégico.
El futuro del diseño retail en Perú pasa por un cambio de mentalidad. Por entender que cada tienda es un escenario de marca, que cada metro cuadrado puede ser una historia contada, y que el verdadero valor no está solo en vender, sino en generar vínculos. Perú tiene el talento, la creatividad y la cultura para liderar una nueva etapa en el diseño retail de la región. Lo que necesitamos ahora es tomar decisiones más valientes, apostar por la innovación y entender que el diseño no decora: transforma.