Por: Gabriela Denegri, fundadora de Brandtech y Top Of Voice Latam
En las últimas semanas, se presentó el ranking Merco Empresas y Líderes 2025, uno de los principales referentes de reputación corporativa en la región. Este informe vuelve a poner en vitrina a compañías peruanas que han logrado consolidar buenas prácticas, así como a líderes empresariales con gran nivel de influencia. Sin embargo, detrás de estos avances surge una pregunta clave: ¿por qué muchas de estas iniciativas no son conocidas ni valoradas por la opinión pública?
El problema no está en la ausencia de proyectos de sostenibilidad, sino en la brecha en comunicación. En comparación con países como Chile, Colombia o México, las empresas peruanas todavía muestran un rezago al momento de trasladar sus avances en sostenibilidad a mensajes claros y accesibles para sus distintos públicos. Esto limita no solo el reconocimiento social, sino también el potencial de diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo y globalizado.
Según Edelman, más del 70% de los consumidores latinoamericanos esperan que las empresas comuniquen de manera proactiva sus aportes sociales y ambientales. Sin embargo, en Perú persiste una narrativa tímida: mientras algunas compañías del sector financiero o minero han dado pasos importantes, aún hay un universo de iniciativas que quedan invisibilizadas, sin conectar con audiencias clave como inversionistas, comunidades o consumidores jóvenes.
La consecuencia es clara: sin comunicación, no hay reputación sostenible. Un proyecto de impacto ambiental, un programa de diversidad o un modelo innovador de gobernanza pierden fuerza si no se comparten, explican y ponen en valor frente a stakeholders. Por ello, la comunicación ya no puede verse como un accesorio, sino como una herramienta estratégica de gestión que convierte resultados en confianza, y confianza en competitividad.
Perú, como hub minero, agroexportador y de servicios en la región, tiene la oportunidad de dar un salto: convertirse no solo en un referente en sostenibilidad, sino también en cómo se comunica la sostenibilidad. Para ello, las empresas y sus líderes deben asumir un rol activo en plataformas digitales, foros regionales y medios especializados, construyendo narrativas consistentes y medibles que les permitan posicionarse frente a sus pares latinoamericanos.
El ranking Merco es un recordatorio de que en el país sí existen empresas y líderes comprometidos. Lo que falta es amplificar esas historias. Y en un contexto donde la confianza es el activo más escaso, comunicar sostenibilidad es tan importante como gestionarla.