*Por Guibert Englebienne, Co-fundador de Globant, Presidente de Latinoamérica y Globant X.
Se dice que las personas desean algo cuando no lo tienen, y esa fue la sensación que muchos experimentaron durante el confinamiento con los eventos en vivo. La pandemia tuvo consecuencias mucho más graves, pero la ausencia de esos momentos de emoción también afectó el bienestar de la gente.
El efecto rebote hizo que 2023 fuera el año más prolífico para la industria musical: la asistencia aumentó un 20% en comparación con el año anterior, con 145 millones de personas en 50.000 eventos, según un informe de Live Nation Entertainment, una de las principales productoras del mundo.
Algunos casos emblemáticos incluyen los más de 150 conciertos de Taylor Swift en cinco continentes o el éxito arrollador de los shows de Coldplay, que los críticos musicales aún intentan explicar. En el corazón de este fenómeno está el hecho de que los artistas lograron crear una experiencia de espectáculo que permitió a la gente vivir momentos inolvidables.
El contexto es necesario para explicar por qué el fan engagement es uno de los factores clave al organizar cualquier evento. Un fan satisfecho es, sin duda, un buen negocio, pero el núcleo de cada evento debe ser el disfrute y la felicidad de la audiencia.
Hace algunos años, Los Angeles Clippers comenzaron uno de los proyectos más ambiciosos en la historia de los eventos en vivo: la construcción del Intuit Dome. Es el venue más moderno, diseñado desde cero con la experiencia del fan como prioridad.
Intuit Dome representa un cambio de paradigma porque no necesitó pasar por un proceso de transformación digital como muchos otros estadios; fue concebido así desde el inicio. Todo se gestiona de manera virtual: compra de boletos, acceso al estacionamiento y entrada al estadio. No sólo es para los espacios premium, sino que el disfrute es para todos mediante acciones sencillas como pedir comida desde el teléfono y recogerla con pago por reconocimiento facial.
A medida que incorporamos más tecnología en nuestra vida diaria, nos volvemos menos tolerantes a puntos de fricción como las largas filas. Por eso la experiencia phygital es una manera de atender esos pequeños detalles y otros no tan pequeños. Intuit Dome cuenta con más de mil baños, asientos acolchonados con cargadores USB y el mayor espacio para las piernas de cualquier estadio de la NBA.
Las estadísticas ofrecen evidencia concreta del éxito de la tecnología al crear experiencias sin fricción. En los primeros 6 meses, más de 400.000 fans adoptaron GameFace ID, la aplicación móvil que incluye reconocimiento facial para ingresar sin manos al estadio y que cuenta con Identity Pass, una opción que permite añadir el pase a la billetera del teléfono.
El éxito es innegable: el tiempo promedio de ingreso al recinto es de 6 segundos, y las ventas de boletos son de 4 a 8 veces más rápidas.
Pero hay más. La experiencia del fan incluso puede generar mejores resultados. Los asientos son puntos de contacto digitales con contadores de decibeles que premian a los fans que más animan con descuentos en la tienda. Detrás de uno de los aros está The Wall, una sección reservada para los aficionados más apasionados que incomodan al equipo rival con sus ruidos, cánticos y aplausos. En la parte superior se encuentra el Halo Board, una pantalla única de 360 grados.
Durante muchos años, la NBA fue el principal espectáculo deportivo, mientras que la atmósfera más vibrante pertenecía a los estadios de fútbol. La novedad de Intuit Dome es que fusionará estos dos mundos, ofreciendo experiencias comparables a las de Taylor Swift y Coldplay, pero más de 40 veces al año en el mismo lugar.Con el auge de los eventos en vivo, rediseñar para lograr una mejor conexión es la clave del éxito. Algunos pueden decir que se trata solo de fan engagement. Y tienen razón, pero también es mucho más que eso: se trata de crear experiencias inolvidables que nadie querrá perderse.