Por: Juan José Sandoval.
Hace no mucho, nuestro Nobel Vargas Llosa introdujo el concepto de la civilización del espectáculo. En internet, tiempos recios de los usuarios peruanos, se llega a un nivel de farandulización de las noticias. Ya no queremos informarnos de la realidad, queremos recibir lo que el algoritmo ha detectado, y nos lo dan.
En esa dinámica de sometimiento informativo, el streaming gana terreno para los que gustan de la violencia narrativa 360, en el caso de los contenidos deportivos futboleros, hay comunicadores que te venden aguadito, otros humo, chisme, chimichurri y harto ají, tomado como el maleteo, hablar mal, criticar sin argumentos y tirar un puntapié.
Vemos pues, personajes que se agarran a golpes en vivo, bajo un aura de argentinización que complementan los conductores, virando el mote lingüístico del peruano de a pie a terrenos gauchos. Eso es lo que le gusta la gente, diría Augusto Ferrando, ícono pop de la televisión peruana y tal vez fundador —con sus agresiones verbales y físicas— de lo que hoy se llama brutalidad en internet.
Este año, los streamers dedicados al fútbol, generando contenido cada uno para su equipo, han recibido golpizas dentro de recintos deportivos. En el estadio de la U, el conocido ‘Socicrema’, fue agredido, mientras que el youtuber blanquiazul Fanodric, recibió una cobarde agresión, de parte de gente que ha sido captada en imágenes, sin embargo, no llega a mayores como si fueran parte de una impunidad que saludan desde el palco principal.
Ojo que estos casos de agresión han ocurrido en la zona de ‘occidente’, conocida por ser la principal y más costosa para el público. Tiempos violentos que se empoderan a todo nivel, si no cantas, te golpean, si no aplaudes, te insultan, si criticas o piensas distinto, te meten un cabezaso, y si no les gusta el color de tu camiseta, te arrojan por los aires, como ocurrió en Argentina y en Perú.